Barbastro, la capital del Somontano, es famoso por sus vinos y por las bodegas que la rodean y que la han convertido en un destino preferente dentro del enoturismo. Pero más allá de los viñedos, de las catas y de los vinos que atraen a miles de visitantes cada año, la capital de esta comarca tiene mucho más que ofrecer.

Barbastro es una ciudad cómoda, que invita a pasear por su casco histórico entre palacios renacentistas o por la plaza del Mercado, y a sentarse en sus terrazas y restaurantes para descubrir una forma de vida que todavía conserva la medida del tiempo, por no hablar de delicias como el Tomate Rosa, otro de los productos típicos de esta ciudad.

UNA RUTA POR BARBASTRO

Si tuviéramos que empezar nuestra visita en algún lugar… Ese sería sin dudarlo la catedral de la Asunción. Este edificio es una de las grandes joyas de la arquitectura religiosa de Aragón, y guarda grandes tesoros en su interior. La seo fue construida sobre el solar de la antigua mezquita de Barbastro, y la esbeltez de los pilares y la elegancia de las bóvedas sorprende a cuantos visitan. Fue elevada a rango de Catedral en 1571.

La catedral tiene planta de salón / Diócesis de Barbastro

Entre los elementos más destacables de la Seo de Barbastro, destacan su planta de salón, o el altar mayor de alabastro, creado por Damián Forment, autor de retablos como los del altar mayor de la Basílica del Pilar, o los de las iglesias de San Miguel y San Pablo en Zaragoza, o del Monasterio de Poblet, en Tarragona. También destacan la destacan las capillas de Santo Cristo de los Milagros y la antigua capilla de San Carlos Borromeo, de estilo barroco. Su torre, de planta octogonal, se construyó en el lugar donde se levantó el antiguo alminar de la mezquita, y por eso está exenta del resto del edificio.

A un paso de la Seo están el Palacio Episcopal, y el Museo Diocesano, con piezas interesantes de varios siglos atrás, con una colección de esculturas y pinturas medievales. Muy cerca, en la zona de la antigua judería, está el convento de las Capuchinas, donde hacen dulces deliciosos.

Por si no lo sabías, Barbastro fue el escenario donde se celebraron los esponsales entre la reina Petronila de Aragón y el conde de Barcelona Ramón Berenguer IV, de cuyo matrimonio surgió la Corona de Aragón. Y el lugar exacto fue la plaza de la Candelera, una plaza situada en Entremuro, un barrio de calles estrechas y empinadas de origen medieval que fue el lugar donde los musulmanes fundaron Barbastro en el siglo IX.

En la plaza de la Constitución nos encontramos con el colegio de los Escolapios (el primero en España desde 1667, fundado por la fundado por la Orden de San José de Calasanz), la Casa de las Hermanitas, o el Ayuntamiento. El primer edificio municipal fue construido a finales del siglo XV, y en el salón de plenos se conserva parte de la decoración original.

Desde la calle Zaragoza accedemos al Barbastro renacentista, con edificios como Casa Latorre, o Casa Zapatillas, donde se aloja la Universidad Nacional de Educación a Distancia. Más adelante encontrarás la iglesia de los Padres Escolapios.

Plaza del Mercado / Turismo de Barbastro

El Palacio de los Argensola, en la calle del mismo nombre es otro punto clave en la visita gracias a elementos como su alero renacentista, al igual que la estrecha y alargada plaza del Mercado. En esta plaza porticada donde los sábados se venden verduras y hortalizas (entre las que destaca el tomate rosa de Barbastro), quesos, embutidos…

En la plaza del Mercado destacan Casa Calonge, un edificio de aires modernistas, además de la capilla de Santa Ana, y la casa en la que nació el fundador del Opus Dei, José María Escribá de Balaguer.