El valle de Ansó es el lugar pirenaico aragonés más occidental. Limita al norte con Francia, al oeste con Navarra y al oeste con el no menos hermoso Valle de Hecho. Y es de las zonas más vírgenes de toda la cordillera pirenaica.

Encaminarse hasta este valle desde Berdún es un imprescindible para cualquier visitante del Pirineo. Su naturaleza salvaje, la arquitectura tradicional pirenaica y las cumbres que superan los 2.300 metros de altura son el cóctel perfecto para disfrutar de una escapada a este rincón de Aragón que ha sabido conservar su idiosincrasia.

FOZ DE BINIÉS

Desde Berdún, y antes de llegar a la villa de Ansó, nos encontraremos con la Foz de Biniés, catalogada como Punto de Interés Geológico de Aragón. La carretera está plagada de curvas, pero es un lugar impresionante gracias al barranco formado por el río Veral. Sus paredes perpendiculares y las aguas cristalinas de este río son la mejor tarjeta de bienvenida al valle,

Junto a la carretera está el mirador de la Foz de Biniés, pero también se puede recorrer andando al menos hasta el barranco de San Miguel. En la misma carretera, una vez que hemos pasado el túnel conoido como el Portal de los baños, se sitúan unas pozas donde hasta los años 40 funcionaron unos baños de aguas frías que se recomendaban para mejorar la circulación sanguínea o para las dolencias de riñón

QUÉ VER EN LA VILLA DE ANSÓ

Ansó está repleto de rincones pintorescos / Los Pueblos más bonitos de España

La villa de Ansó, la capital de uno de los valles que dio origen el viejo Reino de Aragón y uno de los pueblos más bonitos de España, está marcada por la arquitectura tradicional que impregna de sabor y de historia las calles de este municipio altoaragonés mezclando piedra, forja, tejas y madera.

Las grandes portadas de piedra, sus balconadas repletas de plantas y flores en verano, sus grandes chimeneas marcan el ambiente de esta localidad que pese al turismo, todavía conserva ese aire auténtico que tanto nos gusta.

En el entramado urbano, destacan los callizos, espacios de medio metro entre casa y casa. Y entre el caserío, destaca imponente la Iglesia de San Pedro, de estilo gótico y con rasgos de iglesia fortaleza.

También destaca la Casa Torre medieval, un edificio cuyos orígenes se remontan al siglo XIV y donde estuvo presa Blanca II de Navarra en el siglo XV cuando perdió el trono. Tampoco hay que perderse la ermita de la Virgen de Puyeta, patrona del valle, y por supuesto, el Museo del Traje Ansotano, un centro de referencia para conocer una de las principales señas de identidad de este valle pirenaico junto con la lengua ansotana.

VALLE DE ZURIZA

Zuriza es uno de los valles más espectaculares del Pirineo / Valle de Ansó

Tras conocer la Foz de Biniés y la villa de Ansó, la otra parada imprescindible en esta zona es el Valle de Zuriza. Mediante una preciosa de alta montaña llegaremos hasta este valle casi virgen. Adentrándonos en él, y rodeados de prados y altas cumbres, llegaremos hasta el Refugio de Linza, situado dentro del Parque natural Valles Occidentales.

Desde allí es posible ascender a cimas como La mesa de los tres reyes (2.444 metros) o Atxerito (2.362 metros), además de comenzar rutas como la de las Golondrinas, una travesía circular de cuatro días a través del Pirineo más occidental y con un desnivel de 5.000 metros, o la Senda de Camille, una travesía circular de montaña de 6/ 7 etapas entre montañas como el Castillo d’Acher. Si tiene suerte cuando vayas y ha nevado, también podrás disfrutar del esquí de fondo en el Espacio Nórdico de Linza. 

Aguatuerta / Valle de Ansó

Al fondo de Zuriza nos encontramos con Aguatuerta, un valle único gracias a las formas de las aguas. En castellano significa ‘agua torcida’, y cuando llegues, sabrás el motivo por el que se le llama así. Junto al agua, el color rojizo de su tierra, los pasos y los restos megalíticos marcan el terreno.

Ya que estamos en la zona, tampoco podemos dejar de visitar el Bosque de Gamueta. Situado entre entre Zuriza y Linza, este bosque está considerado el mayor conjunto de árboles monumentales del Pirineo gracias a sus espectaculares hayas y abetos. La visita es especialmente recomendable durante el otoño gracias a los llamativos colores que visten las hayas en esa época del año.

FAGO

Fago conserva su arquitectura tradicional / Turismo de Aragón

Cerca de Ansó también podemos acercarnos hasta Fago. Lindando con Navarra, esta localidad llegó a tener 700 habitantes hace un siglo, aunque en la actualidad sus habitantes apenas superan la veintena según datos del INE.

Este pequeño pueblo presenta un conjunto urbano de calles empedradas en el que destaca la arquitectura tradicional, con tejados empinados, chimeneas, forja, balconadas y teja roja. Entre los puntos a visitar, destaca la iglesia de San Andrés (del siglo XVI), la ermita de San Cristóbal, el lavadero, la fuente, y la antigua tejería.