Desde el año 2000, los episodios y la duración de las sequías han crecido un 29%. Sin intervenciones inmediatas, en 2050 la falta de agua podría afectar a más del 75% de la población mundial. Bajo el lema “Nuestras tierras. Nuestro futuro #GeneraciónRestauración”, en el Día Mundial del Medio Ambiente 2024, es crucial reflexionar sobre las estrategias que pueden llevar al planeta hacia un futuro más sostenible.

Un plan de descarbonización es una estrategia integral que busca reducir y, eventualmente, eliminar las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) asociadas a sus operaciones. Hoy en día, esta herramienta se presenta como una de tácticas más eficientes para logar un futuro más verde. Esto implica la adopción de tecnologías limpias, la mejora de la eficiencia energética, el uso de fuentes de energía renovable y la implementación de prácticas sostenibles en toda la cadena de valor.

Más allá de ser una tendencia o una obligación normativa, la descarbonización es una oportunidad económica viable para empresas de cualquier tamaño y sector. Con un plan estratégico bien definido que evalúe todas las tecnologías y recursos disponibles en el mercado, las empresas pueden mejorar su eficiencia, acceder a nuevas fuentes de financiación y fortalecer su responsabilidad corporativa, contribuyendo así al objetivo global de la neutralidad climática y alineándose con el espíritu de la #GeneraciónRestauración.

CIRCE: LIDERANDO LA DESCARBONIZACIÓN INDUSTRIAL

CIRCE – Centro Tecnológico lleva más de 30 años ayudando al tejido empresarial a mejorar su rentabilidad y competitividad en el mercado a través de la elaboración y la implementación de planes de descarbonización. Su experiencia ha permitido a numerosas empresas alcanzar significativos beneficios económicos y ambientales. Entre otros, han logrado reducir las pérdidas de calor y el consumo de gas en un 59% dentro de una empresa siderometalúrgica; incrementar la eficiencia energética en un 9% gracias a la monitorización del 85% de la planta de un proveedor de piezas de motor o reducir en un 50% los tiempos de espera en los parkings de unos centros comerciales mediante la implementación de un plan de movilidad sostenible.

Asimismo, el centro también está ayudando al Ayuntamiento de Zaragoza a convertir a la capital aragonesa en una “ciudad faro” dentro de la Misión de las “Cien ciudades inteligentes y climáticamente neutras de aquí a 2030”.

¿Por qué son tan importantes los planes de descarbonización? En primer lugar por la rentabilidad y el ahorro de costes que suponen. Si está bien definido, puede llevar a una significativa reducción de costes operativos. Las empresas que invierten en eficiencia energética y tecnologías limpias pueden ver una disminución considerable en sus gastos de energía y recursos. Además, disponer de este tipo de estrategias da acceso a nuevas fuentes de financiación y abre puertas a numerosas ventajas competitivas y financieras. Esto incluye una variedad de fondos competitivos europeos que priorizan proyectos comprometidos con prácticas sostenibles y reducción de la huella de carbono.

Por otro lado, tener un plan de descarbonización es importante porque ayuda a adaptarse a las futuras normativas. Con las regulaciones medioambientales volviéndose cada vez más estrictas, anticiparse a estos cambios no solo evita sanciones, sino que también coloca a la empresa como un líder responsable y visionario en su sector. Estar preparados para cumplir con futuras normativas puede evitar costosas adaptaciones de última hora y garantizar un cumplimiento continuo. Por su parte, las empresas que adoptan estrategias de descarbonización no solo reducen costes, sino que también pueden diferenciarse en el mercado. La sostenibilidad se ha convertido en un criterio importante para consumidores, inversores y socios comerciales.

Trazar este tipo de estrategias es también una manera de fomentar la economía circular. Mediante la reutilización y el reciclaje de materiales se beneficia al medio ambiente y se pueden abrir nuevas oportunidades de mercado, además de fomentar la innovación empresarial. La adopción de prácticas circulares puede llevar a la creación de nuevos productos y servicios, generando así nuevas fuentes de ingresos y diferenciación competitiva.

Las empresas que se comprometen con la sostenibilidad mejoran su reputación y credibilidad ante clientes, inversores y la comunidad en general. Esta responsabilidad corporativa ampliada no solo mejora la imagen pública de la empresa, sino que también atrae y retiene talento, clientes y socios comerciales que valoran y priorizan la sostenibilidad.

En definitiva, un plan estratégico es una pieza fundamental en el camino de la descarbonización. Al adoptar medidas que reduzcan el impacto ambiental, las empresas no solo mejoran su propio desempeño, sino que también juegan un papel crucial en la restauración y la sostenibilidad, esenciales para asegurar un futuro próspero y saludable para las próximas generaciones.

* Este artículo forma parte de un completo especial de medio ambiente en el que han participado una veintena de empresas. Ver el especial completo aquí.