Aragón es uno de los destinos preferidos para los amantes de la naturaleza y la montaña. Su excelente ubicación geográfica y su amplia variedad de platos han convertido a la ciudad de Huesca en una visita obligada para los turistas. Entre sus numerosas delicias, destaca la elaboración de uno de los productos más típicos de la región: el pastel ruso, un espectacular postre que se elabora en Huesca desde 1974.

PASTEL RUSO: LA HISTORIA DE UN POSTRE

La creación del conocido pastel ruso se atribuye a los cocineros de la emperatriz de Francia, Eugenia de Montijo. Según la leyenda, cuando Eugenia de Montijo, esposa de Napoleón III, se trasladó a España, trajo consigo a sus chefs, quienes introdujeron este postre en la gastronomía española. La leyenda cuenta que fue un postre que ofrecieron los cocineros de Eugenia de Montijo al zar en una Exposición Universal que tuvo lugar en Francia, pero no que lo trajeran aquí a España.

LA PASTELERÍA ASCASO

Hoy en día, el pastel ruso se elabora principalmente en la pastelería Ascaso de Huesca. Fue entonces cuando, en 1974, Vicente Ascaso Martínez comienza a comercializar el ruso, tras conocer en las pastelerías de Francia un producto similar. Vicente Ascaso se dedicó a investigar y trabajar durante mucho tiempo con su equipo hasta dar con la receta del actual Pastel Ruso de Ascaso.

El origen real del ruso está en Francia en el siglo XIX y eso está documentado en muchos recetarios. En español, el primer recetario que hay es de 1913, de un cocinero español que había trabajado bastante tiempo en Francia con pasteleros franceses.

LA RECETA DEL ÉXITO

El pastel ruso de Ascaso se distingue por su sencillez y sabor inigualable. Este postre se elabora únicamente con mantequilla, huevos, azúcar, almendra y avellana, estos dos últimos son fundamentales en su composición. Son dos bizcochos sin harina de trigo, lleva clara de huevo, almendra y avellana y, entre esas dos capas, está el relleno de mantequilla con praliné. Efectivamente, el nuestro no lleva harina, pero sí frutos secos. Este detalle lo hace único y le otorga una textura suave y cremosa que ha conquistado a los paladares más exigentes.

UNA DELICIA LOCAL POCO CONOCIDA

Este postre no solo es un símbolo de Huesca sino que también se ha convertido en una referencia dentro de la repostería española. Su éxito se debe a la dedicación y pasión de sus creadores, que han sabido conservar la esencia de su receta original mientras adaptaban su sabor a los gustos locales. La pastelería Ascaso ha sabido mantener la tradición al tiempo que innovaba, garantizando que el pastel ruso siga siendo una joya gastronómica de Aragón.

No hay receta original rusa, que sepamos, son francesas las originarias. Entonces, ¿por qué se llama “ruso”? Porque en esos años existía la alianza franco-rusa y empezaron a surgir recetas de dulce y salado “a la rusa”: ensaladilla rusa, filete ruso…

DEGUSTAR EL PASTEL RUSO

Probar el pastel ruso de Ascaso es una experiencia que ningún visitante de Huesca debería perderse. Este postre es perfecto para acompañar con una taza de café o té en una tarde tranquila. La combinación de sus capas de merengue y crema de mantequilla ofrece una explosión de sabor y textura que deja una impresión duradera.

Llevarse un pastel ruso como recuerdo de Huesca es llevarse un pedazo de su historia y su cultura. Es un regalo perfecto para compartir con familiares y amigos, permitiéndoles degustar un fragmento de la riqueza culinaria de Aragón. La popularidad de este postre ha traspasado las fronteras de la región, convirtiéndose en un embajador de la gastronomía aragonesa.