Bagá, el restaurante de Pedro Sánchez ubicado en la histórica Reja de la Capilla en Jaén, redefine la experiencia gastronómica con su espacio único y cocina excepcional. Con tan solo 45 metros cuadrados y capacidad para ocho comensales, Bagá es el restaurante más pequeño de Europa galardonado por la Guía Michelin.

Desde su apertura en 2017, Bagá ha acumulado prestigiosos reconocimientos, incluyendo su estrella Michelin y la nominación a los ‘Best Chef Awards’. Forbes lo ha citado entre los 10 restaurantes más cool del planeta, y la guía Opinionated About Dining lo ha elegido como el cuarto mejor restaurante de Europa este año, superando a reconocidos espacios como DiverXO o El Celler de Can Roca.

Pedro Sánchez, formado en la Escuela de Hostelería de La Laguna en Baeza, ha trabajado en renombradas cocinas internacionales antes de regresar a Jaén. Su misión: situar la cocina jiennense en el mapa gastronómico nacional. Acompañado en esta aventura por Mary Paz Cano, quien dirige la sala, Sánchez ofrece una cocina disruptiva que destaca los productos locales y técnicas depuradas.

Situado en un rincón encantador de la ciudad, Bagá, cuyo nombre en árabe significa flor del olivo, refleja el paisaje jiennense en su esencia. Diseñado por el arquitecto Alfonso Mollinedo Saenz, el restaurante evoca un típico bistró francés, con una barra que conecta directamente con la cocina y unas pocas mesas que hacen del espacio un rincón acogedor.

Bagá no solo ha puesto a Jaén en el radar gastronómico mundial, sino que también ha atraído a clientes internacionales deseosos de experimentar su cocina. Pedro Sánchez, con su compromiso por promover los ingredientes locales, ha convertido Bagá en un emblema de la excelencia culinaria de Andalucía.

A pesar de sus limitaciones espaciales, con solo una placa de inducción, un microondas y un robot, Bagá sorprende con un menú degustación de dieciséis platos. Cada semana se incorporan nuevas elaboraciones, ofreciendo experiencias culinarias únicas y peculiares. Entre sus especialidades actuales se encuentran platos como quisquillas de Motril en agua de seta shiitake y lechuga en almíbar con helado de nata doble.

El menú degustación de Bagá, que consta de unos 16 pases diarios, se ofrece a un precio de 95 euros por comensal, excluyendo bebidas. El restaurante complementa su oferta gastronómica con una cuidada selección de vinos.