Martín I, apodado El Humano, fue rey Aragón, Valencia y Mallorca, conde de Barcelona y rey de Sicilia entre 1409 y 1410. Y tal y como ha sucedido en tantas ocasiones a lo largo de la historia, fue monarca pese a que no le correspondía subir al trono.

Martín nació en Gerona un 29 de julio de 1356, y murió el 31 de mayo de 1410 en Barcelona a la edad de 54 años. Fue el segundo hijo de Pedro IV, el Ceremonioso, y de su tercera mujer, Leonor de Sicilia. El heredero del trono aragonés fue su hermano, Juan I El Cazador. Y tras él, gobernó uno de sus hijos. Pese a tener siete herederos varones, todos fallecieron antes que él. De esta forma, la historia quiso que Martín I se convirtiera en rey de Aragón.

Las crónicas de la época nos cuentan que Martín era un hombre culto que estaba interesado por las humanidades, poseyendo la primera biblioteca renacentista del país. Y de ahí que fuera llamado el Humano. También se dice que el apelativo se le puso por su forma de ser, dado que era afable y que rechazaba la violencia.

MATRIMONIO CON MARÍA DE LUNA

Martín se casó en 1372 con María de Luna, hija del conde de Luna, Lope. Fruto de ese matrimonio nacieron el que sería Martín el Joven, rey de Sicilia, además de Jaime, Juan y Margarita. Salvo el primogénito, el resto de hijos murieron de forma prematura.

Poco después de casarse, y al fallecer su madre Leonor de Sicilia en 1375, hereda los derechos sobre este reino. En 1379 se acuerda el casamiento entre su hijo y heredero, Martín, con María de Sicilia, quien había heredado el trono siciliano tras la muerte de su padre Federico III. Tanto María como Martín eran menores de edad, por lo que Martín I fue nombrado regente de Sicilia en 1380.

 Martín I en el retablo de San Severo / Pedro Núñez y Enrique Fernández

Una vez que Marín el Joven y María de Sicilia fueron coronados en Palermo, parte de la nobleza de la isla, partidaria de los Anjou, se rebeló contra sus nuevos monarcas. De esta manera Martín El Humano fue a Sicilia con una flota para acabar con la rebelión. Y mientras estaba allí, murió su hermano, el rey de Aragón sin descendencia. Ante este hecho, la esposa de Martín, María de Luna, reclamó el trono en su nombre.

Mientras Martín terminaba con la insurrección siciliana, fue María de Luna quien defendió los derechos sucesorios de su esposo frente al resto de aspirantes al trono. Finalmente, Martín regreso a la Península en 1397, jurando los fueros en Aragón en Zaragoza en 1397, siendo coronado en 1399.

En el ámbito religioso, Martín I participó activamente en el Cisma de Occidente que dividió a la cristiandad desde 1378. En el Cisma, el rey de Aragón se puso del lado de los papas de Aviñón, y en particular, de Benedicto XIII, el papa aragonés.

MUERTE SIN HEREDEROS

En la última parte de su vida, Martín I vio cómo moría su hijo y heredero, y también su mujer, María de Luna. Tras la sublevación de Cerdeña, apoyada por Génova y Francia, fue liquidada por su hijo Martín el Joven en la batalla de San Luri en 1409. Pero unos meses más tarde, el joven rey falleció a consecuencia de unas fiebres que contrajo durante la campaña contra los rebeles. Al morir, Martín I se convirtió en rey de Sicilia.

La sublevación en Cerdeña, apoyada por Génova y Francia, fue sofocada por su hijo Martín el Joven, que venció a las fuerzas rebeldes en la batalla de San Luri en junio de 1409. Pero unos meses más tardes una nueva desgracia caería sobre el reino, el Joven fallecía a consecuencia de las fiebres contraídas durante la campaña. La muerte de éste convirtió a su padre en rey de Sicilia hasta su muerte en 1410.

Para intentar resolver el problema sucesorio, Martín I contrajo matrimonio con la que sería su segunda mujer, Margarita de Prades, en 1409. El enlace fue celebrado por Vicente Ferrer, y a la boda asistió Benedicto XIII. Pese al intento, el monarca falleció sin descendencia, provocando un vacío de poder que desencadenó en la celebración del Compromiso de Caspe y en la llegada de la casa de los Trastámara al trono aragonés.