El embalse de Yesa en España alberga varios pueblos hundidos, como Tiermas, Escó y Ruesta. Estos pueblos fueron abandonados debido a la expropiación de tierras para la construcción del embalse en los años 50 y 60.

Hoy en día, solo quedan ruinas y algunos habitantes dispersos en estas zonas. En Tiermas, por ejemplo, solo una casa está habitada de forma no permanente, mientras que Escó cuenta con dos pastores y sus rebaños como únicos habitantes.

Ruesta, por su parte, ha sido cedido a la CGT y se están llevando a cabo proyectos de rehabilitación. Además, se han descubierto restos arqueológicos, una biblioteca sumergida y vehículos abandonados en el embalse.

Tiermas: un pueblo con historia milenaria

Tiermas es uno de los pueblos afectados por el embalse de Yesa que posee una rica y antigua historia. Sus antecedentes históricos se remontan al siglo VI a.C., convirtiéndolo en un enclave de gran importancia en la época. Durante la Edad Media, Tiermas contaba con un imponente castillo y gozaba de una ubicación estratégica.

Antecedentes históricos de Tiermas

Tiermas ha sido testigo de diversos cambios a lo largo de los siglos. Desde su fundación en la época celtibérica hasta su evolución bajo la influencia romana, este pueblo ha vivido diferentes etapas históricas. La presencia de restos arqueológicos en la zona evidencia su relevancia en épocas pasadas.

El impacto del embalse de Yesa en Tiermas

Tristemente, la construcción del embalse de Yesa supuso el inicio del declive de Tiermas. El pueblo fue expropiado y abandonado debido a la necesidad de inundar las tierras para la creación del embalse en los años 50 y 60. Esta trágica consecuencia llevó a la desaparición de Tiermas tal como se conocía, dejando solamente ruinas en su lugar.

Situación actual y esfuerzos de recuperación

En la actualidad, Tiermas se encuentra en un estado de abandono. Solo una casa es habitada de manera no permanente, mientras que el resto del pueblo se encuentra en ruinas. A pesar de esto, algunos habitantes y sus descendientes han mostrado valentía y determinación en sus esfuerzos por recuperar estas tierras y reconstruir el pueblo.

Aunque esta lucha se ha enfrentado a dificultades, demuestra una perseverancia notable en la búsqueda de mantener viva la historia y la identidad de Tiermas.

Escó: testigo del abandono y la naturaleza

Escó, un pintoresco pueblo ubicado en el embalse de Yesa, no escapó a los efectos devastadores de su construcción. Con una trayectoria histórica rica en cultura y estrategia, Escó ha quedado como un testigo silencioso del abandono y la naturaleza que ha reclamado su territorio.

Trayectoria histórica de Escó

Desde hace siglos, Escó ha sido un enclave de gran importancia estratégica. Sus antecedentes históricos se remontan a épocas milenarias, siendo habitado desde tiempos prehispánicos. Durante la Edad Media, el pueblo contaba con un castillo y era una localidad clave en la defensa de la frontera con Aragón. Su ubicación estratégica en el valle del río Aragón le otorgó un papel relevante en el devenir histórico de la región.

Los efectos del embalse de Yesa en Escó

Desafortunadamente, con la construcción del embalse de Yesa en los años 50 y 60, Escó fue expropiado y sumergido bajo el agua. Sus calles y edificaciones quedaron abandonadas, y la naturaleza comenzó a reclamar su territorio. El impacto de esta inundación no solo significó la pérdida de un pueblo lleno de historia, sino también la desaparición de un modo de vida y una comunidad.

El presente de Escó y los intentos de reconstrucción

A pesar del abandono y la devastación, algunos esfuerzos por preservar la memoria de Escó y reconstruir parte de su patrimonio se han llevado a cabo. Hoy en día, el pueblo permanece en ruinas, cubierto por la vegetación que ha crecido salvaje en sus calles y plazas vacías. Sin embargo, ha habido intentos por parte de sus descendientes y amantes de la historia por recuperar estas tierras y reconstruir al menos una parte del antiguo pueblo, aunque se han enfrentado a dificultades y a la resistencia de una naturaleza que ha dejado su huella en cada rincón del lugar.

Ruesta: renacer de la mano de la CGT

Ubicado en el embalse de Yesa, Ruesta es otro de los pueblos sumergidos que ha sido cedido a la CGT. Este emblemático pueblo carga con una rica historia y un valioso patrimonio que ha despertado el interés de esta organización.

Historia y patrimonio de Ruesta

Ruesta cuenta con un legado histórico que se remonta a tiempos ancestrales. Durante siglos, este pueblo fue testigo de importantes acontecimientos y llegó a convertirse en un enclave estratégico. Su castillo y sus monumentos eran símbolos de su relevancia en la Edad Media.

Tristemente, con la construcción del embalse de Yesa, Ruesta fue expropiado y abandonado, quedando sumergido bajo las aguas. Sin embargo, la CGT ha asumido el desafío de recuperar este pueblo y devolverle parte de su esplendor perdido.

Cesión a la CGT y proyectos de rehabilitación

La CGT ha llevado a cabo un importante trabajo de rehabilitación en Ruesta. Gracias a su dedicación, se han impulsado proyectos para devolver la vida a este pueblo sumergido. Entre estas iniciativas destacan la construcción de un camping, albergues y una Casa de Cultura, que buscan revitalizar y atraer a visitantes interesados en la rica historia y el encanto de esta localidad.

La cesión de Ruesta a la CGT ha permitido que este pueblo encuentre nuevas oportunidades de desarrollo. La organización ha puesto en marcha proyectos sostenibles que buscan aprovechar los recursos y la energía local, promoviendo así la idea de una ecoaldea en Ruesta.

La visión de Ruesta como ecoaldea sostenible

Ruesta aspira a convertirse en un modelo de ecoaldea, donde se promueva la producción y consumo de energía y recursos locales. Los esfuerzos se centran en la implementación de prácticas sostenibles y en la preservación del entorno natural de esta zona sumergida.

La visión de una Ruesta sostenible va más allá de la rehabilitación del pueblo y busca fomentar el turismo sostenible, el cuidado del medio ambiente y el desarrollo de actividades acordes a esta filosofía. Es un ejercicio de recuperación integral que busca rescatar el legado histórico y natural de Ruesta de las profundidades del embalse de Yesa.

Otros tesoros sumergidos en el embalse de Yesa

El embalse de Yesa, además de albergar pueblos hundidos, también ha revelado otros tesoros sumergidos que brindan una visión fascinante de la historia y la cultura que yacen bajo sus aguas.

Descubrimientos arqueológicos en las aguas de Yesa

Estos descubrimientos incluyen estructuras antiguas, cerámicas, herramientas y otros objetos que pertenecieron a civilizaciones que habitaron la zona antes de su inundación.

Arqueólogos y buceadores han trabajado arduamente para documentar y preservar estos hallazgos, revelando la riqueza histórica y cultural que yace bajo las aguas.

La biblioteca sumergida de Lechago

En el pantano de Lechago, una sorprendente biblioteca sumergida rinde homenaje al reconocido escritor Félix Romeo.

Esta peculiar biblioteca se encuentra en una arqueta bajo el agua y alberga una colección de libros seleccionados especialmente para este proyecto.

Si bien actualmente permanece sumergida, existen planes para recuperarla en el futuro y proporcionar una nueva remesa de libros para el disfrute de los visitantes.

Este singular tributo literario representa la vida cultural que una vez floreció y sirve como recordatorio de la importancia de preservar la memoria colectiva a través de la literatura.

Vehículos abandonados y su recuperación

No solo pueblos y estructuras fueron sumergidos bajo el embalse de Yesa, también se han encontrado vehículos abandonados en sus aguas, lo que agrega un toque de misterio a este paisaje anegado.

Restos de un camión han sido descubiertos en el río Aguas Vivas y un autobús se encuentra sumergido en el río Ebro.

Especialistas en rescate acuático y buceadores han desplegado diferentes técnicas para extraer estos vehículos del agua, enfrentando desafíos únicos debido a las condiciones submarinas.

Además, destaca el simbolismo de la imagen de la Virgen del Pilar colocada en el pozo de San Lázaro, donde se encuentra sumergido el autobús en Zaragoza.

El embalse de Yesa ha revelado un fascinante tesoro subacuático que nos permite explorar un pasado enterrado y sumergido. Los descubrimientos arqueológicos, la biblioteca sumergida y los vehículos abandonados cuentan historias silenciadas por las aguas, recordándonos la importancia de preservar y valorar nuestro patrimonio cultural.