Atípica. Así definen la temporada los productores de la DOP Somontano. La escasez de lluvias y el calor intenso que perdura desde mayo han hecho que la vendimia se haya adelantado. Si los primeros kilos de uva blanca Chardonnay ya se han recolectado, y esta semana se ha iniciado la campaña de forma generalizada, una semana antes de lo habitual, para elaborar uno de los productos gastronómicos más valorados de Aragón.
Con un invierno sin precipitaciones y unas primeras lluvias que no llegaron hasta marzo, la brotación del viñedo fue excelente. La primavera transcurrió con normalidad y con un «magnífico» cuajado del fruto, apuntan desde la denominación de origen, hasta que, a finales de mayo, llegó la primera ola de calor. A partir de ese momento, el calor intenso ya no ha cesado.
Si a este hecho le añadimos que no ha llovido desde el mes de abril, este cúmulo de cosas ha provocado que el viñedo de secano, sobre todo, el de tierras más pobres, se encuentre en una situación de estrés hídrico. Afortunadamente, la diversidad de suelos, con zonas más frescas, viñedos en zonas altas y un 45% del viñedo en regadío hace que se prevea una cosecha media en la denominación, entre 17 y 17,5 millones y diecisiete de kilos de uva.
DESEANDO QUE LLUEVA
Todavía se confia en que se registren próximas precipitaciones a lo largo de este mes, que ayudarían a los viñedos de secano y aliviarían la lógica preocupación de los viticultores que tienen esta forma de cultivo.
Somontano es la primera denominación de origen de Aragón en comenzar la vendimia y lo hace con la recogida de la uva blanca Chardonnay y la tinta Merlot, las variedades de más pronta maduración de la denominación de origen junto a la blanca Gewürztraminer. La campaña se prolongará hasta finales de septiembre cuando concluya la maduración de uvas más tardías como las tintas Cabernet Sauvignon, Garnacha tinta, Moristel y Parraleta.
Es, precisamente por el amplio mapa varietal de Somontano, que suma quince variedades de uva, por lo que la campaña de la vendimia se prolonga alrededor de un mes y medio, recogiendo cada variedad de uva en su momento óptimo de maduración, clave fundamental para elaborar vinos de calidad.