Los próximos 17 y 18 de abril, la Audiencia Provincial de Huesca juzga a un vecino de La Fueva (Sobrarbe) de 58 años de edad por abusar presuntamente de cinco niñas de la localidad. Menores que en aquel momento tenían entre 5 y 13 años, a las que el acusado, separado de su primera mujer y padre de dos hijos, accedía a ellas con la excusa de ir a ver jabalíes durante las noches de verano o dar un paseo en su coche o su tractor.

Entre los actos cometidos, la Fiscalía describe situaciones en las cuales el acusado habría buscado satisfacer su ánimo libidinoso con tocamientos a expensas de las jóvenes involucradas. El procesado, que se encuentra actualmente en libertad condicional, se enfrenta a 30 años de cárcel y una indemnización de 144.000 euros.

Según los detalles presentados ante el tribunal, el acusado, mayor de edad y sin antecedentes penales en el período mencionado, habría sometido a las menores a actos con ánimo libidinoso en diversas ocasiones y circunstancias.

Una de las víctimas, nacida en 2008, fue sometida a tocamientos sexuales en diversos lugares, como en la granja del acusado, cuando la llevaba por la noche a ver jabalíes o en su furgoneta pick up, donde hacía que se sentara en el asiento del conductor para tocarle por debajo de su ropa interior. A la niña, «con ánimo de amedrentarla», le amenazaba con «si dices algo o te niegas, mataré a tu madre». Esto provocaba en la menor una «situación de terror» que le impidió contarle lo sucedido a sus familiares. Los tocamientos se realizaron desde los 5 años hasta que cumplió 11.

Estos hechos ocasionaron en la joven trastornos alimenticios en la menor y una sintomatología que se puede encuadrar «dentro de un síndrome de estrés postraumático». La niña ha sido ingresada en varias ocasiones por conductas autolesivas y rechazo a la propia imagen corporal. De hecho, fue uno de estos ingresos el que destapó el caso de abusos sexuales que estaban teniendo lugar en el Sobrarbe.

CINCO VÍCTIMAS EN DIEZ AÑOS

La segunda de las victimas sufrió sus abusos desde los 6 años hasta que alcanzó la edad de 13 años, con frecuencia diaria durante las noches de verano. El acusado sentaba a la niña junto al asiento del conductor metiendo su mano debajo de su ropa.

La tercera víctima asegura que el presunto abusador le dijo «vas a ocupar el lugar de […]» y acto seguido la subió al asiento del conductor de su vehículo pasando la mano por debajo de su camiseta. Esto ocurrió también en el verano de 2015, cuando la niña apenas tenía 13 años. La excusa fue de nuevo un trayecto nocturno con la excusa de ver jabalíes. La excusa a varios de los tocamientos realizados fueron «para que no te caigas».

Actos similares los había cometido anteriormente con otras dos víctimas, de 10 y 12 años, en los años 2010 y 2011, respectivamente. Aquí, en una de las ocasiones, el acuso realizó supuestamente un abuso con «con introducción de miembro corporal a una menor», según relata la Fiscalía. Durante varias noches en una semana el acusado llevó a la menor a ver jabalíes en su pick up realizando otro tipo de tocamientos.

El acusado tiene prohibido entrar en la comarca del Sobrarbe, salir del país y acercarse a menos de 1.000 metros de las víctimas.