En un contexto de creciente desinformación y mitos sobre la alimentación, los veterinarios de Huesca han alzado la voz para defender los beneficios de la ganadería y los alimentos de origen animal.

«Tenemos que pronunciarnos por la cantidad de bulos que circulan sobre la alimentación en las redes sociales, es crucial proporcionar información verificada», afirmado Fernando Carrera, presidente del Colegio de Veterinarios de Huesca. Desde la institución buscan desmentir varios de los mitos más difundidos y aclarar conceptos erróneos sobre la producción y el consumo de carne.

Desde los últimos años, «circulan muchos mitos sobre la producción y el consumo de carne, como que si no es ecológica no tiene calidad, que contiene antibióticos o que no es segura para el consumo humano», informa Carrera.

Estas explicaciones también las pudieron dar en las últimas jornadas celebradas bajo el título: ¿Por qué la ganadería es necesaria para el planeta y para ti?”, donde invitaron a Juan Pascual, autor del libro Razones para ser omnívoro. Por tu salud y la del planeta, junto a la también veterinaria Gemma Tico, comunicadora de la Agencia Oinkers.

Uno de los mitos más persistentes es el de la calidad de la carne no ecológica. Carrera ha explicado que «la calidad de la carne no depende únicamente de si es ecológica o no. Hay muchos factores que influyen en la calidad, como la propia canal del animal, la calidad de los piensos utilizados y el bienestar animal durante todo el proceso de cría y sacrificio».

Además, ha insistido en que «la carne no contiene antibióticos, ya que los veterinarios en los mataderos analizan y toman muestras de las partidas de los animales que se sacrifican. Los animales deben estar al menos 21 días sin haber recibido medicamentos, garantizando así la seguridad alimentaria».

Otro punto de desinformación es la creencia de que la carne de pollo contiene hormonas. Carrera ha sido tajante al respecto: «La carne de pollo también está controlada y no contiene hormonas.

En la Unión Europea, el uso de hormonas para el crecimiento en animales ha estado prohibido desde 2006″. Asimismo, ha refutado la idea de que el consumo de carne sea inseguro para los humanos, asegurando que «no hay evidencia que sugiera que el consumo de carne sea inseguro para los humanos».

Carrera también ha abordado la cuestión de la sostenibilidad de la ganadería y su impacto en el medio ambiente. Ha explicado que «según la FAO, el 86% de lo que consumen los animales son pastos o restos vegetales que nosotros no podemos digerir. Sin la ganadería, se crearía un auténtico problema medioambiental, ya que es una de las piedras angulares de la economía circular».

Ha resaltado también el concepto de ‘One Health’ (Una única salud), destacando que «los veterinarios supervisan todos los productos animales y vegetales, desde el transporte hasta el almacenamiento, para evitar riesgos biológicos».

LA VARIEDAD EN LA ALIMENTACIÓN, CRUCIAL PARA UNA DIETA EQUILIBRADA

El ser humano tiene unas características que le permiten consumir todo tipo de productos. «Somos omnívoros por naturaleza, y nuestra dentadura está diseñada para una alimentación variada», explica el veterinario. Ha añadido que «el 95% de la producción de alimentos en la sociedad occidental abarca todo tipo de productos, y es necesario consumir carne como parte de una dieta equilibrada».

En ese sentido, es importante tener una dieta equilibrada que incluya una variedad de alimentos. «Las dietas tienen que ser equilibradas y hay que comer de todo en las cantidades correspondientes. Lo demás son todo mitos. La carne aporta una cantidad significativa de vitaminas y proteínas», explica.

En cuanto al papel de los veterinarios, Carrera destaca que «los veterinarios somos los responsables de supervisar todos los productos animales y vegetales, desde el transporte hasta la recepción y almacenamiento, para evitar riesgos biológicos». Por eso, es necesaria la colaboración con agricultores y ganaderos, un sector primario gracias al que comemos y subsistimos.

En todo este proceso, el bienestar animal en la producción ganadera es fundamental. Y para ello, son los veterinarios los únicos profesionales con la potestad de evaluar el estado físico y mental de los animales, «algo fundamental para la calidad de los productos que consumimos».