La estación de esquí de Candanchú experimentó una anomalía climatológica el 25 de enero al registrar la temperatura más alta de su historia para esa fecha, superando los 18 grados a una altitud de más de 1.500 metros. Este fenómeno sorprendente y preocupante ha generado inquietud entre los aficionados al esquí, ya que la falta de temperaturas bajas compromete las condiciones de la nieve.

A pesar de las copiosas nevadas que ocurrieron hace apenas diez días, el cambio en las condiciones climáticas, impulsado por el viento sur y un anticiclón potente, ha afectado drásticamente el dominio esquiable en Candanchú y otras estaciones de la región. La cuenta de @meteodelnorte en redes sociales destacó este fenómeno como una «aberración», detallando máximas de 18,4º en Candanchú pueblo y 17,7º a 1630 metros, ambos superando récords anteriores en más de 2º.

Las consecuencias de este clima inusual se reflejan en las calvas a pie de pista en Candanchú, a pesar de su orientación norte. La estación ha visto disminuir sus espesores de nieve, pasando de 35-80 cm a 25-65 cm en sus pistas. Astún, otra estación cercana, ha experimentado una reducción similar, y Formigal tiene apenas un tercio de sus pistas abiertas.

Baqueira, conocida por sus grandes espesores, acumula 115 cm de nieve dura, con 113 km de sus 170 km totales abiertos, aunque las temperaturas superan los 15 grados. La calidad de la nieve varía entre dura y primavera, con escasa presencia de nieve en polvo, la más deseada para los esquiadores.