El alcalde de Zaragoza, Jorge Azcón, junto a la vicealcaldesa, Sara Fernández, ha destacado este miércoles que la coalición PP-Cs, que mantiene una «sintonía total», no ha perdido «un solo minuto» en «darle la vuelta a la pobre gestión municipal» de la izquierda los últimos 16 años.


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En su valoración de los primeros cien días en el cargo, Azcón ha defendido que, «de un Gobierno de confrontación y polémica», se ha pasado a otro «de diálogo y colaboración«, que ha considerado los elementos clave de este mandato.

Ha asegurado que hace cien días encontraron una ciudad «paralizada» por un equipo de gobierno que decidió trabajar «solo con sus afines», que consideraba al resto «un enemigo a batir» y, frente a ello, PP y Cs abogan por «gobernar para todos».

UNA COALICIÓN UNIDA

Un Gobierno de coalición, ha continuado, que ya está sacando adelante los 50 puntos de su acuerdo, en el que las prioridades de los vecinos son las prioridades del Gobierno y que huye del enfrentamiento.

Prueba de ello, ha subrayado, es la voluntad de mantener una buena relación con el Gobierno de Aragón, con el que los servicios técnicos municipales ya están trabajando para preparar una futura comisión bilateral.

Se ha referido también a la auditoría encargada a la Intervención General, que arrojó un «agujero» de 103 millones de euros y no va a utilizar como «excusa» ni como «pretexto» de nada, pero ha insistido en que es «la verdad».

Una auditoría que ha afirmado que no pone en riesgo ninguno de los 50 puntos acordados por los dos socios de gobierno, pero que sí los dificulta y no va a permitir materializarlos con la velocidad que desearían.

EL PROGRAMA

Como ejemplo ha puesto las ordenanzas fiscales, en las que han bajado los impuestos pero les habría gustado hacerlo más, o la delicada situación en la que quedan las inversiones por el estado de las arcas económicas.

No obstante, el alcalde ha reiterado que no van a renunciar a ninguno de esos puntos, aunque tampoco van a «cerrar los ojos» como se ha hecho en el pasado.

Ha reivindicado también que, frente al discurso «monocorde y facilón» de PSOE, ZeC y Podemos, el PP ha cumplido su compromiso y ha hecho «el mayor de los esfuerzos posibles» para que las familias y empresas de Zaragoza tengan la mayor reducción posible de la presión fiscal.

A estos tres grupos les ha pedido «prudencia» en sus críticas a los recortes del Gobierno municipal, pues «confunden términos» en cuestiones de economía y hacienda» y les ha animado a que presenten su alternativa para afrontar la situación económica actual, ya que no contempla subir los impuestos.

La vicealcaldesa, Sara Fernández, ha asegurado que el cambio ha devuelto al Consistorio la moderación y el diálogo y se ha sustituido la «lucha partidista» por la «amplitud de miras».


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La también consejera de Cultura y Proyección Exterior ha señalado que han empezado por atender las principales necesidades de la ciudad: las aceras, la poda de los árboles, el aumento de la seguridad en las calles con la recuperación de la Unidad de Apoyo Operativo (UAPO) de la Policía Local, el desbloqueo de asuntos urbanísticos enquistados o la actuación en el entorno de la Calle Pignatelli, donde algunos edificios impedían la convivencia pacífica.

Junto a Azcón, ha destacado también los pasos dados hacia la reforma del campo de fútbol de La Romareda, al sumar el apoyo del Gobierno de Aragón y del Grupo Socialista al proyecto.