Desde su inauguración a finales del siglo XIX, la calle Alfonso I se convirtió en una de las principales arterias de la capital aragonesa. Vía principal para llegar al Pilar, la calle Alfonso pronto se convirtió en el espacio comercial de preferencia donde abrían comercios de vanguardia para que la burguesía zaragozana pudiera realizar sus compras.

Hoy, salvo algunas excepciones, la calle es pasto de las franquicias, y poco queda de aquel pasado en el que joyerías, boutiques y grandes almacenes mostraban las tendencias. Hoy queremos volver la vista atrás, y echar un vistazo a cómo era aquella calle Alfonso I por la que paseaban y compraban los zaragozanos de hace varias décadas.

LOS COMERCIOS MÁS SELECTOS

La joyería Aladrén en 1976 / Rafael Castillejos Proyecto Gaza

Durante muchas décadas, la calle Alfonso reunió al comercio más selecto de la ciudad. Desde peleterías a joyerías, pasando por tiendas de moda o calzado. La Campana de Oro, la pastelería Tupinamba, Calixto, Hogar Moderno… De los antiguos comercios, quedan testimonios como La Parisien o Bellostas. La platería

Durante muchas décadas, la calle Alfonso reunió al comercio más selecto de la ciudad. Desde peleterías a joyerías, pasando por tiendas de moda o calzado. La Campana de Oro, la pastelería Tupinamba, Calixto, Hogar Moderno… De los antiguos comercios, quedan testimonios como La Parisien o Bellostas. La platería Martín Blasco cerró en 2021 ya que el edificio donde estaba ubicada iba a ser rehabilitado. Del resto, nada queda, salvo el recuerdo.

La Casa Blanca en 1910 / Proyecto GAZA

Entre las tiendas, había joyerías como Aladrén, cuyo local todavía podemos admirar reconvertido en un café, o La Casa Blanca. Esta tienda de dos plantas fue creada por Celestino Salinero Ena, quien visitó París, y quedó impresionado por «La Maison Blanche», especializado en la venta de ropa «blanca».

A la vuelta a Zaragoza, Celestino reprodujo lo visto en París abriendo La Casa Blanca, una tienda de dos plantas que estuvo abierta hasta finales del siglo XX. De la capital francesa este emprendedor se trajo también la idea de iluminar la tienda con lámparas de gas, siendo pionero en la capital aragonesa.

GRANDES ALMACENES

Los grandes almacenes El Águila en 1930, con su escultura rematando el edificio / Proyecto GAZA

Además de un rico y variado comercio, en la calle Alfonso también había grandes almacenes. Sin duda, los más impresionantes eran los almacenes El Águila. Fueron los primeros grandes almacenes de la ciudad, y ocupaban un edificio construido en 1916 por el arquitecto Miguel Ángel Navarro. El edificio estaba rematado por una espectacular escultura de un águila posada sobre una bola del mundo.

Los grandes almacenes Gay durante las rebajas de julio / Rafael Castillejos – Proyecto GAZA

Años después, en 1967, se inauguraron en esta calle los grandes almacenes Gay. Fueron los primeros grandes almacenes modernos de la ciudad, con un edificio sin ventanas de ocho plantas y con departamentos donde encontrar cualquier tipo de producto. Sus campañas de marketing, como las rebajas de verano con Don Julio, fueron muy populares en la ciudad.

CAFÉS DE AIRES PARISINOS

El Café Moderno, haciendo esquina con el Coso / H.A. Proyecto GAZA

Zaragoza era una ciudad con una enorme tradición de grandes cafés, al estilo de los que todavía podemos ver en muchas capitales europeas. De hecho, a finales del XIX como la ciudad de los cafés., con ejemplos como el que era el café más grande de Europa, el Ambos Mundos. En la calle Alfonso I, haciendo esquina con el Coso, se encontraba el Café Moderno, uno de los locales más espectaculares de la Zaragoza de principios del siglo XX.

La marquesina y los carteles modernistas ya anticipaban lo que sus clientes iban a encontrar en el interior, donde lucían esbeltas varias hileras de columnas de forja, artesonados, grandes espejos… Un marco único en el que se servían los mejores licores de la época, además de tartas y chocolates.

FAROLAS Y MOBILIARIO URBANO BONITO

La calle Alfonso, en 1908, engalanada por el centenario de Los Sitios / Archivo Julio Requejo – Proyecto Gaza

Cuando vas por otras ciudades, asombra ver las farolas o el mobiliario urbano que tienen y que conservan con mimo. En Zaragoza en cambio, el mobiliario urbano que había hace décadas y que hoy podría ser patrimonio urbano, tal y como sucede con las farolas de ciudades como Barcelona, ha desaparecido.

Porque aunque hoy en día tengamos farolas en general anodinas por toda la ciudad, lo cierto es que hace décadas había farolas y mobiliario urbano de época que daba lustre a la ciudad. Un buen ejemplo lo tenemos en la calle Alfonso. Como prueba, esta imágenes donde se ven unas farolas de aires modernista, o un elegante reloj como los que todavía se pueden ver en muchas ciudades francesas.