Fue una de las promesas electorales más ilusionantes de la candidatura de Natalia Chueca, pero su envergadura y ambición están haciendo que los tiempos de ejecución vayan despacio. Un año después de las elecciones, la Ciudad Inteligente del Deporte todavía no tiene definido un calendario de obras, si bien empiezan a pergeñarse unos plazos que, en el mejor de los casos, arrancarían la ejecución de instalaciones deportivas en 2026.

Lo que sí se ha fijado ya, y era el punto de partida necesario, son los presupuestos. Ya han sido asignados un total de 52,2 millones de euros hasta 2030. Como explica Félix Brocate, concejal delegado de Deportes del Ayuntamiento de Zaragoza, para este año ya hay concretados 200.000 euros que se están dedicando a los primeros estudios para determinar qué infraestructuras y en qué orden se van a ejecutar.

DOS MILLONES DE EUROS PARA 2025

Para 2025 sí que hay asignados 2 millones de euros, dedicados en previsión a los trabajos de urbanización necesarios para que el Parking Norte aloje el estadio provisional en el que jugará el Real Zaragoza mientras se aborda la renovación de La Romareda.

La idea, explica Brocate, es que el emplazamiento del estadio provisional sea el mismo que posteriormente tendrá el estadio definitivo de la Ciudad del Deporte, en principio previsto para 8.000 espectadores.

Será a partir de 2026, con una asignación de 10 millones anuales, cuando se empezará a abordar el grueso de las instalaciones. El concejal delegado de deportes señala aquellas que son fundamentales: el propio campo de fútbol, la piscina olímpica, el estadio de atletismo, la residencia, el rocódromo y el centro de tecnificación.

La cuestión ahora es «qué hacemos primero y qué después», señala, algo que depende de las actuales conversaciones con el Gobierno de Aragón, las federaciones deportivas y los clubes.

El hecho de que el estadio provisional se levante en esa zona «adelantará las obras de urbanización», indica. Del mismo modo, da la oportunidad de valorar en qué medida se podrá aprovechar la infraestructura, prevista para 20.000 espectadores, para el estadio definitivo, que en principio iba a tener un aforo de 8.000.

Brocate destaca asimismo que al presupuesto aprobado por parte del Ayuntamiento de Zaragoza se le debe sumar la aportación que realice el propio Gobierno de Aragón. Del mismo modo, es el Ejecutivo autonómico el que tiene competencia con las distintas federaciones deportivas, que son clave para determinar el orden y los detalles de cada una de las infraestructuras.

PARA 2030, «EN SU MAYOR PARTE»

El objetivo, es que en 2030 la Ciudad Inteligente del Deporte «esté en su mayor parte», señala. El proyecto está despertando interés en el sector y, por ejemplo, «la Federación Española de Natación nos ha garantizado competiciones de nivel una vez esté construida la piscina olímpica», desvela el concejal delegado de Deporte.

El objetivo final, como explica Brocate, «es que los deportistas aragoneses no se tengan que ir fuera, algo que está ocurriendo». Del mismo modo, va a permitir que deportes que a día de hoy disponen de pocas instalaciones, tales como gimnasia rítmica o halterofilia, cuenten con espacios de primer nivel.

Por su parte, Brocate también adelanta que se han iniciado las conversaciones con la Universidad de Zaragoza de cara a la proyección de la residencia, que permita a estudiantes y deportistas convivir en el mismo espacio. Sin embargo, todavía va a ser necesario esperar para conocer con detalle las características finales de cada una de las infraestructuras.