El pleno de la Diputación Provincial de Zaragoza (DPZ) ha aprobado este miércoles una nueva edición del plan de restauración de bienes eclesiásticos. Ésta es la principal línea de ayudas que tiene los municipios para rehabilitar sus iglesias, ermitas, retablos, esculturas y demás bienes histórico-artísticos que son propiedad de las diócesis.

En total, esta convocatoria va a permitir invertir 3,1 millones de euros en dos años, de los que la DPZ aportará 1,9. Al igual que en anteriores convocatorias, las bases establecen que la Diputación financiará el 60% del coste de cada intervención. El 40% restante los asumirán a partes iguales los ayuntamientos y los obispados de Zaragoza, Tarazona y Jaca, que ahora tendrán un plazo para solicitar estas subvenciones.

“Al igual que el de bienes municipales, este plan de bienes eclesiásticos nos permite seguir recuperando el patrimonio histórico de la provincia. Una labor que iniciamos en los años ochenta y en la que cuatro décadas después seguimos haciendo un esfuerzo muy importante”, destaca el presidente de la DPZ, Juan Antonio Sánchez Quero. “Nuestros pueblos disponen de un patrimonio amplísimo que debemos conservar no solo por su enorme importancia cultural y artística, sino también por su valor sentimental para los vecinos y las vecinas de esos municipios y por su potencial como motor turístico”, añade.

2,5 MILLONES DE EUROS PARA EDIFICIOS

El plan de restauración de bienes histórico-artísticos de titularidad eclesiástica 2024-2025 destinará 2,5 millones de euros a la rehabilitación de bienes inmuebles (iglesias, ermitas y otras edificaciones) y 666.000 euros más a la recuperación de bienes muebles (retablos, esculturas, cuadros, pinturas murales, pergaminos, planos, platería, textiles…). En ambos casos la DPZ se hará cargo del 60% del presupuesto de cada actuación, las diócesis pagarán otro 20% y los ayuntamientos, el 20% restante.

Una vez aprobadas las normas, en los próximos días la convocatoria saldrá publicada en el Boletín Oficial de la Provincia de Zaragoza y a partir de ese momento habrá un plazo de un mes para solicitar las ayudas. Después, una comisión valoradora establecerá las actuaciones que van a poderse beneficiar el plan y finalmente se firmarán los convenios a tres bandas entre la DPZ, los ayuntamientos y las tres diócesis en las que se divide la provincia (Zaragoza, Tarazona y Jaca).

A la hora de decidir qué solicitudes se incluyen en el plan de restauración de bienes eclesiásticos 2024-2025, los técnicos de la DPZ tendrán en cuenta un baremo que puntuará criterios como el riesgo de que el edificio o el bien mueble se destruya; los daños que pueda sufrir de carácter no estructural; el grado de catalogación con el que esté protegido; si ya ha sido incluido en anteriores convocatorias de este mismo plan; si con la actuación solicitada se culmina la restauración o si todavía harán falta nuevas intervenciones; si el edificio tiene otros usos además de los religiosos; si el bien mueble fue realizado por artistas de especial relevancia o si ha sido objeto de publicaciones científicas.

Este plan de restauración ha sido aprobado con el apoyo de todos los grupos salvo el PP, que se ha abstenido.