El Ayuntamiento de Zaragoza ya ha comenzado a trabajar en las medidas complementarias al muro perimetral que preserva al CEIP María Zambrano de los efectos de tormentas extraordinarias. Así lo ha detallado el consejero de Urbanismo e Infraestructuras, Víctor Serrano, quien ha desgranado toda la información recogida en los informes municipales sobre los riesgos de inundación del barranco de la Muerte junto al coordinador general de la consejería municipal, Julio López, y a uno de los miembros de Spesa Ingeniería, la consultora encargada de los estudios, Eduardo Lastrada

Los informes de expertos que encargó el Ayuntamiento de Zaragoza relativos a las medidas de protección del CEIP María Zambrano concluían que el muro perimetral (que ya ha construido la DGA) es suficiente frente a episodios tormentosos similares a los registrados el pasado 6 de julio, por lo que la seguridad del centro, de esta manera, alcanzaba un nivel óptimo. Asimismo, se apuntaban otras medidas para reforzar otros episodios similares o más intensos.

Se trata de unas actuaciones que ya ha comenzado a ejecutar el Área de Infraestructuras, como la instalación de sensores en el cauce del barranco, que ya se han colocado y está en fase de conectividad con los servicios de emergencia y los sistemas de Protección Civil. Además, se ultiman las tareas para iniciar próximamente el cambio de bocas de colectores, pasando de un diámetro de 1.200 mm a uno de 1.800 mm, lo que “disminuiría el riesgo de taponamientos, siendo una actuación relativamente sencilla”. Y, por último, se ha comenzado a diseñar una actuación por emergencia para crear un canal perimetral al muro del centro escolar. 

Para el análisis completo, los informes elaborados incluyen un completo estudio histórico y geomorfológico, con la configuración histórica y la situación actual, así como dos estudios: uno de inundabilidad, y otro pluviométrico, incluso con mapas de distribución espacial de las precipitaciones en la cuenca y el análisis extremal de las lluvias.

MURO Y CANAL PERIMETRAL

El estudio “plantea varias alternativas, divididas en dos fases de ejecución u horizontes temporales diferentes. Se ordenan de menor a mayor complejidad y de mayor a menor efectividad, y todas ellas se diseñan para un periodo de retorno de T = 500 años”. 

La Fase de Ejecución 1 se centra en la “reducción del riesgo de inundación de los elementos más vulnerables, como el CEIP María Zambrano” y expone cuatro medidas concretas: sensores de nivel y lluvia; incremento de la capacidad de la obra de drenaje transversal del barranco de la Muerte; un muro de protección del colegio; y un canal perimetral aguas arriba de este muro. De hecho, con el muro, el centro escolar “queda protegido para un evento similar al del 6 de Julio de 2023” y “para una protección superior, asociada a un periodo de retorno de T=500 años, es necesaria la construcción del canal perimetral”. 

La ejecución del muro del colegio, que ya ha levantado el Gobierno de Aragón antes del inicio del curso escolar, evitará la entrada de agua procedente del barranco de la Muerte. Su construcción hace que el agua tenga que coger cota para poder ser desaguada por el lateral.

Asimismo, se considera necesario disponer un canal perimetral que desagüe hacia la Z‐30 inmediatamente aguas arriba del nuevo muro. Esta actuación, ya planificada por el Ayuntamiento de Zaragoza, podrá ejecutarse próximamente por la vía de emergencia, si bien se espera la aprobación del mismo por parte de la CHE. 

A todo ello se suman las mejoras en las obras de drenaje trasversal en el barranco de la Muerte, que permitirían incrementar el caudal interceptado, pasando de 3 m3/s a aproximadamente 5 m3/s.

Por último, el Ayuntamiento ya ha instalado distintos sensores de medición de caudales en las canalizaciones del barranco, que ahora se conectarán a los sistemas de prevención y protección para activar las medidas que fueran necesarias en caso de registrarse incrementos de flujos extraordinarios. 

Por otra parte, en la Fase de Ejecución 2, los estudios se centran en la reducción del riesgo de inundación en Z30, si bien se añade que “deberá ser estudiada con mayor profundidad”, para lo que se presentan distintas actuaciones como los diques de laminación en el barranco del Camino de Arráez y aguas arriba del existente en el parque del barranco y de la Z‐40, así como depósitos o tanques de tormenta en los campos de fútbol junto al cementerio de Torrero.