Los técnicos que trabajan en las catas arqueológicas para poder estudiar y analizar el subsuelo de la plaza San Miguel y el Coso, en Zaragoza, continúan trabajando para conocer si hay restos arqueológicos en el subsuelo y si merece la pena su conservación.

Actualmente, se están realizando excavaciones en el lado oeste de la plaza. De las seis previstas en esta área, que abarca desde la Iglesia de San Miguel hasta la calle Espartero, cerca del Coso, ya se han abierto cuatro.

En la primera excavación, ubicada en la acera de la iglesia cercana a la confluencia de las calles de San Miguel con Miguel Allué Salvador, se encontraron el primer día restos de un pavimento de cantos rodados unidos con yesería, datado entre los siglos XVI y XIX. Este tipo de pavimento era típico antes de la adopción del adoquinado en las calles.

En la segunda excavación, situada en la acera de la iglesia de San Miguel, detrás de la parada del bus urbano de la línea 38, se han hallado pequeños restos de huesos en mal estado de conservación debido a la humedad del terreno y las raíces de los árboles, así como pequeños fragmentos de material cerámico.

En la tercera excavación, ubicada sobre la calzada frente a la parada de la línea 38, se han encontrado elementos similares a los de la anterior, además de dos cráneos mal conservados y una antigua tubería de hierro de la primera mitad del siglo XX. Los arqueólogos municipales han datado estos restos en la época medieval (siglos XIV y XV), probablemente pertenecientes al cementerio medieval de la parroquia.

La cuarta excavación, situada sobre la calzada y más orientada hacia la calle Espartero, se está finalizando hoy. Hasta el momento, solo se han encontrado pequeños fragmentos de cerámica romana del siglo I o II d.C., comunes en obras del tramo urbanístico histórico de la ciudad debido a los movimientos de tierra a lo largo de los siglos.

Quedan por realizar dos excavaciones más en el lado oeste de la plaza, más cercanas a la calle Espartero. Una vez finalizadas, se continuará con las excavaciones previstas en el lado este, hacia las calles de la Reconquista y de la Cadena.

Estos trabajos están siendo coordinados por el Servicio de Arqueología del Ayuntamiento de Zaragoza, que se encarga de fotografiar, documentar, numerar y valorar todos los restos, por pequeños que sean. Además, se han tomado fotografías aéreas con dron y mediciones topográficas para situar de manera precisa todos los sondeos y sus elementos.

Toda la documentación se enviará al Patrimonio del Gobierno de Aragón, que elaborará los informes pertinentes. Este departamento determinará los procedimientos a seguir en caso de iniciarse futuras obras de remodelación.

A lo largo de esta mañana está previsto proteger con material geotextil las tres primeras excavaciones para cerrarlas y restaurar el área con elementos cotidianos (baldosas, asfalto, bordillos), devolviendo así la normalidad al espacio público.