Itesal no sólo es una de las industrias con más raigambre en la provincia de Zaragoza. Desde su sede en Pina de Ebro, lleva 31 años dedicada a los cerramientos de aluminio, así como a la fabricación y distribución de otros elementos del mismo material. Actualmente es capaz de producir 14.000 Tn anuales de perfil de aluminio y cuenta, además, con 30 almacenes distribuidores en todo el terrirorio nacional (14 propios y 16 distribuidores exclusivos). En total, la plantilla está formada por unos 380 trabajadores, 180 de ellos en Pina.

Pero Itesal es, además, una de las compañías aragonesas más comprometidas con la economía circular. Para hablar de ello, ha tenido la amabilidad de visitar la redacción de HOY ARAGÓN el director general de la compañía, Armando Mateos, que también preside la Asociación Española del Aluminio y Tratamientos de Superficie. Es, además, presidente de AIRBE (Asociación de Industriales de la Ribera Baja del Ebro.

Pregunta: Itesal acaba de conseguir el Sello Aragón Circular 2023 y se está erigiendo como punta de lanza en la concienciación de la economía circular. ¿Cuáles son sus ideas y ámbitos de actuación en este sentido?

Respuesta: El 70% de los materiales que se utilizan en obra nueva no son reciclables, y debemos aspirar a que las viviendas que se construyan sean desmontables. Trabajamos intensamente con el Ministerio de Vivienda, así como con compañías como Grupo LOBE, con el fin de avanzar en estos aspectos.

Intentamos promover la conversación con todos los entes, con el fin de que el código técnico de edificación amplíe la normativa dando voz al sector. Promovemos una economía circular ‘cradle to cradle’, en la que los productos sean reciclados para volver a utilizarse para el mismo fin: de ventana a ventana, de vaso a vaso.

¿Está la sociedad más concienciada de la importancia del ahorro energético desde la inestabilidad de los precios?

Se ha trabajado mucho en los últimos años en eficiencia energética. Desde 2006 se exige de forma acelerada que así sea porque ya se veía venir el problema A los que desarrollamos soluciones de cerramientos, se nos ha obligado a fabricar nuevos productos con transmisión térmica más baja.

En todo caso, hay que tener en cuenta que el marco de una ventana es lo que menos superficie ocupa en el cerramiento de un edificio, siendo los muros y los cristales por donde más calor o frío puede escaparse. En las rehabilitaciones, no consiste sólo en cambiar ventanas, hay que tener en mente también el aislamiento de las paredes.

¿Hacia donde va la construcción de obra nueva?

Va a ir mucho hacia la industrialización, no queda otra para disminuir tiempos de construcción y precios. En nuestro caso, trabajamos mucho, como hemos comentado, en la economía circular, porque en eficiencia energética ya hemos avanzado mucho. Ahora se trata de hacer minería urbana, para que lo que producimos pueda ser reutilizado para aquello para lo que ha sido hecho.

En el caso del aluminio, en una edificación es recuperado con un procesador y, de ahí, pasa al fundidor. El aprovechamiento esw del 96% o 97%, es decir, lo que se pierde es básicamente la pintura. Por contra, en el plástico se recupera entre 25% y el 35% y la materia prima nueva es más barata que reciclar.

¿Cuáles han sido los hitos más relevantes de Itesal en sus 31 años de vida?

La compañía nació en 1992 con la unión de cuatro almacenistas, que decidieron fabricar el aluminio en vez de tener que comprarlo fuera. En 1995 tuvieron la visión que se mantiene hasta hoy: construir un gran almacén para que cualquier producto pueda entregarse en tiempo récord. Actualmente, en nuestras instalaciones tenemos almacenadas 1.200 Tn de toda la gama de productos.

Esta estrategia ha variado ligeramente desde que se decidió exportar. A día de hoy, las exportaciones suponen el 38% de nuestras ventas. No obstante, nuestra capacidad de almacenamiento y la capacidad de suministrar cualquier producto muy rápidamente sigue siendo el piler estratégico de la compañía.

¿Cómo ha afectado a Itesal el aumento de los costes energéticos?

Nosotros teníamos un gasto de 4 céntimos de euro de energía eléctrica por kilo. Con la subida de precios pasó a ser de 22 céntimos. En el caso del gas, pasamos de 2 céntimos por kilo a 17. Esto derivó al aumento de precio de la materia prima.

Respecto al mercado, al principio el cliente intentaba comprar mucho porque no sabía cuánto iba a seguir subiendo, de ahí que en un primer momento venidiéramos incluso más. Actualmente, los precios han bajado pero no a los niveles precios. En todo caso, la situación es estable.

¿Cómo abordáis el problema de falta de personal?

Es un problema a nivel general, y no sólo en Aragón. Falta personal en cualquier oficio y, además, el disponible no tiene la capacitación necesaria. En nuestro caso, lo notamos en puestos como mantenimiento, laboratorios, matriceros, mandos intermedios…

La solución para por que las administraciones valoren lo que necesitan las empresas, capacitar a la gente que está en paro y quiere trabajar, y traer a trabajadores de fuera de forma controlada. Por nuestra parte, en Itesal formamos a nuestros trabajadores de forma permanentemente.

Además de la formación continua, ¿qué cuestiones cuidáis en la compañía para que los trabajadores se sientan a gusto?

Las empresas las hacen las personas e intentamos hacer un esfuerzo por ellas. Contamos con planes de salud laboral, con presencia de médico y masajista. También intentamos fomentar la comunicación interna y la imagen de marca, para que los propios trabajadores se sientan orgullosos.

Asimismo, de forma anual realizoamos un encuentro de dos días con toda la plantilla, bien en Pina o bien en Zaragoza, para explicarles hacia donde vamos.

Somos rigurosos y exigimos como el que más, pero intentamos que se sientan cómodos. El desarrollo personal y profesional de las personas es una responsabilidad de la empresa.