Las relaciones entre empresas son en ocasiones fuente de desacuerdos y, su resolución, compleja. Acudir a los tribunales supone muchas veces que el conflicto se prolongue más de lo deseado en el tiempo y, además, puede derivar en gastos económicos por las dos partes que hacen que no salga a cuenta dirimir las desavenencias por esta vía.

En este contexto, la Corte Aragonesa de Arbitraje y Mediación es una herramienta que puede servir para debloquear situaciones que no son deseables y entorpecen la labor empresarial. Nacida en el seno de la Asociación Aragonesa de Arbitraje y Mediación, constituida en 2008 y con sede en la Cámara Oficial de Comercio e Industria de Zaragoza, está formada actualmente por el Consejo Aragonés de Cámaras de Comercio, el Consejo de Colegios de Abogados de Aragón, el Colegio Notarial de Aragón, el Colegio de Ingenieros de Canales y Puertos, el Colegio de Ingenieros Industriales, el Colegio de Economistas, el Colegio Profesional de Ingenieros Técnicos en Informática y el Colegio Territorial de Administradores de Fincas.

Todo este potencial y know how se pone al servicio de las empresas y particulares para la resolución de conflictos, ya sea a través de un árbitro independiente cuya resolución se comprometen a asumir las partes, o bien a través de un mediador que facilita llegar a un acuerdo basándose en su experiencia profesional y su conocimiento de las relaciones mercantiles y civiles.

Para estar al frente de la Corte Aragonesa de Arbitaje y Mediación, ha sido nombrado recientemente presidente de la misma José María Cester, que desarrolla su labor profesional en el Grupo MLN como director de operaciones, y visita la redacción de HOY ARAGÓN para explicar la labor del organismo, así como los retos que se marca para continuar su desarrollo.

PREGUNTA: ¿Cuál ha sido su recorrido profesional que le ha llevado a la Presidencia de la Corte de Aragonesa de Arbitraje y Mediación?

RESPUESTA: El Grupo MLN tiene una vinculación muy cercana con la Cámara de Comercio desde hace muchos años. Somos vocales del Pleno, pertenecemos al Club Líder, participamos en sus actividades en distintos ámbitos y, además de eso, en la empresa somos defensores de la utilización de estos sistemas de solución extrajudicial de conflictos. En todos los contratos intentamos incluir este tipo de herramientas porque nos parece un método muy válido en el tráfico mercantil de forma rápida, económica y con seguridad jurídica.

Cuando la Cámara se planteó la renovación de la Presidencia de la Corte y nos plantearon la posibilidad de que fuera yo la persona que ostentara la presidencia, me pareció una oportunidad bonita y una posibilidad de poder devolver a la Cámara lo que nos aporta y con el convencimiento de que estos sistemas son útiles y funcionan en la práctica.

Para aquellos ciudadanos que no estén familiarizados: ¿Cuál es la utilidad de la Corte en pocas palabras?

La Corte Aragonesa de Arbitraje y Mediación ofrece una forma de resolver disputas, normalmente en el ámbito de empresas, sin necesidad de recurrir a los tribunales de Justicia. Pueden ser, por ejemplo conflictos mercantiles entre un proveedor y un cliente, cuestiones societarias, etc.

Existen dos procedimientos: el arbitraje y la mediación. El árbitro es una persona -o un grupo- que toma una decisión que luego se tiene que ejecutar porque las partes así lo han querido. El mediador es un facilitador, que interviene en una disputa sin tomar una decisión, con el objetivo de que las partes puedan alcanzar un acuerdo.

La Corte administra y gestiona los procedimientos desde el inicio y hasta el final, es decir: la solicitud, la designación de los mediadores y los árbitros, y el control de calidad de todo el proceso. Los procedimientos están muy reglamentados y dan una gran seguridad jurídica a las partes que someten, garantizando que el proceso que se sigue está totalmente controlado con unos parámetros de calidad y rigor.

¿Qué otras actividades realiza?

Otra de las partes troncales es la creación de un cuerpo de mediadores y de árbitros potente, con formación técnica y experiencia, que provienen de los colegios profesionales que forman parte de la Corte. La tercera pata es la labor divulgativa de la labor de la Corte entre los colegios profesionales.

¿Cuáles son las principales ventajas de acudir a la Corte antes que a los juzgados?

En primer lugar, la celeridad. En las relaciones empresariales, donde siempre pueden surgir conflictos, lo primordial es que se resuelvan rápido, porque el mercado no para. En poco tiempo es probable que vuelvas a encontrarte con esa empresa, con ese cliente o con ese proveedor, y cuanto antes soluciones el problema que te habías encontrado, mejor.

Las mediaciones se resulven en torno a dos o tres meses y, los arbitrajes, entre diez y doce. Es decir, siempre más rápido que un proceso judicial.

Otra ventaja es la economía: siempre es menos costoso un proceso de estas características que un procedimiento judicial. Hay un tercer elemento que es importante también: la discrección. Normalmente, a las empresas no les gusta estar en la palestra pública por disputas entre unas y otras, y los procedimientos y las resoluciones de la Corte quedan entre las partes.

Por último pero no menos importante está la seguridad jurídica. La Corte tiene su reglamento, sus técnicos que conotrolan la calidad del proceso y, por tanto, tienen la seguridad de que todo se realiza con rigor.

¿Cuántos procedimientos ha gestionado la Corte desde su fundación en 2008?

Se han llevado cabo en torno a 100 procedimientos arbitrales y 75 de mediación, desde cuestiones relativas a discusiones de obra, propiedad horizontal, socios de empresas, franquicias, etc.

¿Y cuáles son los casos más habituales?

La casuística más habitual son disputas como incumplimientos de contrato o bien que una de las partes entiende que el contrato no se ha cumplido en las condiciones pactadas, sea por precios o por plazos. Hay circunstancias que provocan que esas cuestiones en ocasiones resulten interpretativas, por ejemplo cuando se producen situaciones como trabas administrativas o si se han puesto todos los medios necesarios para que puedan cumplirse esos plazos.

¿Hay algún sector que en estos años haya sido más proclive a acudir a la Corte Aragonesa de Arbitraje y Mediación?

La construcción o las comunidades de propietarios han sido dos sectores especialmente activos a la hora de acudir a la Corte.

¿Qué objetivos se marca conjuntamente con la secretaria Paz Montenegro para esta nueva etapa de la Corte?

El primero es posicionar la Corte como elemento de referencia en la Comunidad Autonoma en mediación y arbitraje: que se tenga como punto de referencia cuando alguien quiera utilizar estos mecanismos extrajudiciales.

Otro es fomentar y potenciar el cuerpo de mediadores, con nuevos colegios profesionales. De ellos nos nutrimos de árbitros y mediadores -en este momento hay 172 árbitros y 126 mediadores-. Cuantos más colegios profesionales integren la Corte, más disciplinas podemos cubrir y más riqueza a la hora de designar a las personas idóneas para cada caso.

Asimismo estamos poniendo en marcha acuerdos con entidades formativas, teniendo encauzados los mismos con la Universidad de Zaragoza, la Universidad San Jorge y la Universidad Internacional de La Rioja. El objetivo es potenciar nuestra presencia en cualquier actividad formativa, para que luego esas personas que van a salir al mundo empresarial sepan que tienen esta herramienta para utilizarla en caso de disputas.

Seguiremos con la actividad de divulgación de la mediación y el arbitraje en colectivos empresariales, y un elemento muy novedoso que queremos poner en marcha es un servicio de intermediación entre grandes empresas y pequeñas empresas y autónomos. Ahí hemos detectado que en ocasiones, cuando una pequeña empresa o un autónomo tiene un problema con una gran compañía, no tiene un sitio donde dirimir esas diferencias, y tampoco tiene la facilidad de contactar con alguien en la gran empresa con quien tratar el problema.

Con el objetivo que os planteais de incluir más colegios profesionales, ¿qué ámbitos consideráis que podrían ser interesantes en el futuro?

Todos. Para nosotros, cualquier ámbito que reuna a personas técnicas con experiencia y conocimiento en su materia es útil. Desde más colegios de Ingeniería que se sumen a los que ya forman parte, el ámbito de la Prensa, recuperar a los Procuradores… Hay muchos colegios profesionales con los que queremos contactar con ellos para ofrecerles la posibilidad de estar integrados en la Corte y que aporten la experiencia de sus colegiados.

¿En qué se diferencia la Corte Aragonesa de otros organos similares que puedan existir en otras comunidades?

Lo primero que nos diferencia es que aquí tenemos una institución de referencia, que es la Corte, mientras en otros lugares acumulan hasta una veintena de organizaciones diferentes que se dedican a cuestiones similares. Aquí, todos los colegios profesionales que tienen algo que decir están en la Corte, y lo que tenemos que hacer es dotarla de más fuerza.

Hay una curiosidad territorial que es que, para someterse a la mediación o al arbitraje de la Corte Aragonesa no hace falta ser de Aragón y pueden hacerlo empresas de cualquier otra comunidad. Asimismo, al hecho de estar integrados en el Consejo Superior de Cámaras se suma la ubicación geográfica, muy propicia para que conflictos entre empresas de los polos económicos españoles -Madrid, Barcelona, Valencia, Bilbao…- puedan dirimirse aquí.

La tercera gran diferencia es el bloque profesional y técnico de árbitros y mediadores que tenemos, tanto en número como en calidad de quienes conforman el cuerpo.