El pormenorizado estudio que ha elaborado la Universidad de Zaragoza para el Consejo Aragonés de Cámaras, acerca de la situación de la hostelería en Aragón deja un damnificado destacado: el Pirineo. Si la situación es «catastrófica» en la comunidad en su conjunto, tal como concluye la investigación, son las zonas turísticas de montaña las que arrojan resultados más terribles.


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De los distintos valles, el más perjudicado en cuanto a empleo perdido es el de Benasque: la comarca de La Ribagorza registró en el cuarto trimestre de 2020 una caída del 75,63% de trabajadores en el sector, en comparación con el mismo periodo de 2019. Y el resto de zonas pirenaicas no andan muy lejos: los valles del Alto Gállego cifraron un descenso del 75,54%; la Jacetania (valles de Aragón y Echo), de un 68,42%; y el Sobrarbe, de un 48,62%.

El dato de empleos perdidos es todavía más acusado si se discriminan solo los alojamientos, donde la caída es en algunos casos superior al 80% en el último trimestre de 2020. Es el caso, de nuevo, de La Ribagorza, donde el empleo cayó un 81,26%. Le siguen la Jacentania (-79,81%), el Alto Gállego (-78,49%) y el Sobrarbe (-50,27%).

CIENTOS DE MILLONES DE EUROS PERDIDOS

El sector está en pie de guerra y la situación económica apunta a un problema mayúsculo. Si se analiza la facturación perdida en la hostelería en su conjunto de marzo a diciembre de 2020, las cuatro comarcas pirenaicas aragonesas facturaron conjuntamente 174 millones de euros menos que en el mismo periodo de 2019.

La peor parada fue la Jacetania, donde la facturación en el sector se redujo en 52,8 millones. En la Ribagorza, la caída fue de 41,4 millones, seguida de cerca por el Sobrarbe (-41,1 millones). En el caso del Alto Gállego, la facturación perdida alcanzó los 38,6 millones de euros.

Como era predecible, «el subsector de Alojamientos está sufriendo más que el de Comidas y Bebidas», apunta el estudio. Las cuatro comarcas analizadas, por los datos anteriormente descritos, «destacan por ser las más perjudicadas», concluye. En opinión de los autores de la investigación, dirigida por el catedrático de Análisis Económico de la  Universidad de Zaragoza Marcos Sanso Frago, la situación «está originando el abandono de la actividad de alguno de los responsables de empresas hosteleras y puede originar el de muchos más de no mediar algún tipo de medida que compense semejante shock negativo».


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