Pastas Romero no sólo es una de las compañías más relevantes de la industria alimentaria de Aragón. Con una facturación anual de 37,5 millones de euros y la fabricación de 57.000 toneladas de producto al año (con capacidad para alcanzar hasta las 70.000), cuenta además con una dilatada historia de casi 100 años en Daroca y hoy es un ejemplo de cómo la apuesta empresarial por el territorio es un arma clave frente al reto demográfico.

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Fundada en 1926 por Manuel Romero y después de una larga trayectoria familiar, la empresa sigue invirtiendo en su desarrollo e innovación en un mercado en el que compite con grandes multinacionales. Prueba de ello es que fue el primer productor de pasta ecológica en España. Actualmente, la compañía ha apostado en el municipio zaragozano por una nueva planta, que ha supuesto la inversión de 20 millones de euros y va a permitir que la producción pueda crecer un 14% y expandirse en mercados exteriores.

Del mercado actual, de la nueva fábrica, así como de los retos de la empresa ha hablado HOY ARAGÓN con el director general de Pastas Alimenticias Romero, Francisco Romero.

¿Dónde está el secreto para que la empresa haya logrado competir con éxito ante grandes multinacionales?

Pastas Romero a lo largo de su historia se ha caracterizado por su honestidad y cercanía con sus clientes. Poco a poco hemos conseguido hacernos un hueco entre los grandes y hemos convencido a nuestros clientes (distribuidores, mayoristas y tiendas) de que trabajar con una empresa cercana, familiar y competitiva les da muchas ventajas. Quizá esta época de dificultades, debido a la pandemia, puede ayudar a valorar más lo cercano y seguro frente a otras opciones probablemente mas baratas, pero más inciertas.

¿Qué supone la puesta en marcha de la segunda fábrica?

En primer lugar, esta inversión supone la posibilidad de seguir creciendo en los próximos años. La nueva fábrica está preparada para albergar nuevas líneas de fabricación, además de la que ya se ha instalado. De esta forma, hemos reorganizado la producción entre las dos fábricas, dedicando ROMERO I a especialidades, mientras que los grandes volúmenes de producción se fabricarán en ROMERO II. Gracias a esta inversión, se abren nuevas posibilidades de mercado tanto a nivel nacional como en exportación.

En el sector alimentario aragonés se incide mucho en eso, en exportar. En el caso de Pastas Romero, ¿qué les motiva a potenciar las ventas exteriores?

El mercado nacional está muy saturado y el consumo no crece a la velocidad que nos gustaría. Además, cuenta con una concentración de gran parte del consumo en determinadas marcas muy concretas. No hay mucho margen para seguir creciendo, y tanto en Europa como en terceros países la comercialización de pasta sí sigue creciendo. Se trata de países como China o India, que se pueden convertir en dos grandes consumidores, ya que, aunque la competencia es “feroz”, también el mercado es muy grande y siempre encontraremos nuestro hueco.

¿Por qué son atractivos los productos de Pastas Romero en el exterior?

Respecto al producto, competimos perfectamente con los principales fabricantes italianos, ya que nuestra materia prima (el trigo duro aragonés o andaluz) es comparable con los trigos del sur de Italia. Además, la tecnología y maquinaria que utilizamos en la fabricación es italiana. Podemos decir que en nuestra fabrica se “habla italiano”.

Junto con nuestra experiencia de casi 100 años, tenemos la ecuación perfecta para poder competir con ellos. Respecto a nuestro estilo, tratamos de mantenerlo también en nuestros clientes, por muy lejos que estén. Es decir: honestidad, confianza y cercanía siguen siendo pilares de las relaciones comerciales.

El consumo ha cambiado. ¿Cómo se han adaptado a ello?

El consumidor es cada vez más exigente y nosotros hemos avanzado hacia la excelencia en cuanto a seguridad alimentaria y calidad de nuestros productos. Nuestro Departamento de Calidad ha crecido y desde hace muchos años estamos certificados en IFS y Medio Ambiente. Ofrecemos a nuestros clientes y consumidores particulares un producto sano, natural y seguro.

En esta época, donde cada vez el consumidor se preocupa más por la salud, ¿qué beneficios aporta la pasta a la alimentación?

Efectivamente, hoy en día, el consumidor cuando compra un producto de alimentación, además de “comida” quiere comprar “salud”. En el caso de la pasta es muy fácil, ya que es un producto natural que aporta energía, fibra y muy poca grasa.

Es una energía limpia. Los hidratos de carbono que aporta el trigo duro son muy fáciles de asimilar, ya que su índice glucémico es muy bajo. Debido a esto podemos decir con toda claridad que la pasta no engorda.

¿Qué diferencia hay en el consumo que se produce en España y en Italia?

En España el consumo es bajo (aproximadamente 5 kg por persona y año). Sin embargo, en Italia, donde la pasta es la base de la alimentación (28 kg por persona y año), sus habitantes no se caracterizan por tener sobrepeso. Por eso, en la nueva tendencia de consumo de clasificar mediante el semáforo de Nutriscore, nuestro productos están clasificados de color verde.

Además, nosotros estamos trabajando en nuestro departamento de I+D+i en lanzar nuevos productos cada vez más saludables, como recientemente hemos hecho con la pasta de espelta o la pasta de sabor limón «Sabore».

En este plan de crecimiento que han emprendido, ¿cuáles son los valores que lo marcan?

Pastas Alimenticias Romero es una empresa familiar y quiere seguir siéndolo. La última inversión con la construcción de la nueva planta nos ofrece la posibilidad de crecer y afianzarnos en el mercado como uno de los fabricantes líderes del sector. Queremos mantener nuestro compromiso con nuestra tierra, nuestros clientes, nuestros trabajadores y colaboradores, así como con nuestro entorno.