Felix Vela fue un empresario aragonés que, durante un viaje a Francia, detectó una novedad en el sector del descanso. Vela trabajaba en banca, pero abandonó su sector para traer a Aragón los colchones de muelles cuando aún la gente dormía sobre colchones de lana. Ese viaje marcó el rumbo de su futuro y el de toda su familia, ya que la empresa que fundó a la vuelta, Colchones Vela, nació en 1953 y continúa tres generaciones después.

Pilar Vela forma parte de la tercera generación que ha mantenido la empresa familiar a lo largo de los años, hasta que una difícil situación personal le hizo tener que poner la empresa a la venta. En una rápida operación, Gerardo Guijarro, empresario Cántabro, quiso invertir en esta arraigada empresa familiar bajo una condición clara: que Pilar y todo su equipo continuaran gestionando Colchones Vela.

«Una de las cosas que vi claras de inicio es que no tenía que tocar los valores, las características propias y la esencia de lo que es Colchones Vela», explica el empresario Cántabro, ya que»en estos tiempo en los que se genera mucho en base al marketing que tiene un contenido artificial y de poco valor, Vela tiene personalidad», continúa Guijarro.

Pilar Vela comenzó esta nueva andadura empresarial con un poco de pena e incertidumbre, pero en seguida congenió con la forma de trabajar de Guijarro y empezaron a darle un impulso mayor al negocio. «Pertenecer a un grupo tan fuerte te ayuda mucho a crecer, y luego lo mejor es que puedes dar una respuesta muy rápida a los clientes», afirma Vela, que describe esa rapidez de acción como uno de los puntos fuertes de la empresa.

NUEVOS DESAFÍOS

Colchones Vela cuenta con ocho tiendas en Aragón, seis en la provincia, una en Cuarte de Huerva y la última en Utebo. Además en los últimos tres años han volcado sus esfuerzos en implantar su producto en marketplace de primer nivel, como son Amazon, Leroy Merlin o Carrefour, además de potenciar sus canales online.

Pero aunque la empresa prevé cerrar el año con un crecimiento del 7% respecto al año anterior, Gerardo Guijarro detecta una situación que tiene «urgencia de solucionar» para poder seguir siendo competitivos en el mercado. La digitalización es una realidad que acapara todos los sectores, y que hace que todas las empresas tengan que hacer una inversión para poder hacerse notar.

El empresario Cántabro comenta al respecto que «si no somos capaces de integrarnos digitalmente probablemente el mercado nos va a eliminar». Y este se presenta como uno de los grandes desafíos tanto de Colchones Vela como de tantos otros negocios tradicionales.

Estas grandes empresas con una gran capacidad adquisitiva invierten en estos canales y se llevan la cuota de mercado que siempre les ha correspondido. «Ellos tienen los recursos económicos y la tecnología para poder acceder a cuotas de mercado que estaban en nuestro poder y ya no están porque nosotros competimos mal en el canal digital al venir del comercio tradicional».

A pesar de esta situación, Colchones Vela continúa su andadura con firmeza, manteniendo el foco en potenciar los canales digitales pero sin olvidar la expansión en tiendas físicas. Y como tener un buen colchón es una inversión necesaria que hay que hacer cada 10 años, han apostado por «bajar los precios y ajustarlos a las necesidades del consumidor, sacrificando margen de producto por ganar cuota de mercado», confirma Vela.