La expanisón de Zaragoza ha hecho inevitable que varios núcleos que en el pasado eran puramente industriales convivan con las nuevas zonas residenciales. En algunos casos, la Administración ha alcanzado soluciones equitativas que permiten reducir las molestias que puede generar la actividad industrial.

Del mismo modo, en aquellos planeamientos urbanísiticos más recientes, se ha logrado encontrar una solución antes de que surja el problema. No obstante, se vislumbra para los próximos años que nuevas zonas pueden verse afectadas por esta misma situación, debido al desarrollo de nuevas viviendas.

Tres son los núcleos industriales más significativos en Zaragoza capital, que han quedado literalmente dentro de la ciudad: el Polígono de Argualas, el de Cogullada y el barrio de Valdefierro. Hubo otras en el pasado, que afortunadamente lograron ser desmanteladas, como es el caso de La Almozara, tradicionalmente conocida como ‘La Química’ debido a la industria de este sector que allí se asentaba (de hecho, el germen del barrio fueron las viviendas construidas para los trabajadores de la fábrica).

Volviendo a estas tres zonas, cada una de ellas tiene sus propias particularidades y puede decirse que, a mayor antiguedad, peores soluciones pueden encontrarse. Es el caso del Polígono de Argualas, víctima de la nula planificación en décadas pasadas que ha provocado que hoy convivan industrias pesadas, allí radicadas originalmente, con viviendas y centros educativos.

Lo explicaban para HOY ARAGÓN fuentes de Ecologistas en Acción, que culpaban de la situación actual al «urbanismo a la carta» que se estilaba en Zaragoza en épocas pasadas. Se edificaba donde querían hacerlo los promotores, que buscaban suelos a bajo precio sin que la Administración tuviera en cuenta que el uso residencial podría suponer en el futuro una incompatibilidad.

Y eso, precisamente, es lo que ocurre en la actualidad. Se trata de la zona con mayor concentración de colegios de toda Zaragoza, que conviven con empresas metalúrgicas como Ebroacero. La compañía, fundada en 1963, se dedica a la fabricación de moldes, la fundición de metales y tratamientos térmicos, entre otras.

La empresa, que ha llevado a cabo proyectos como la insonorización de paredes que separan la fábrica de zonas residenciales, cuenta con el sello RSA de sostenibilidad desde 2019. No obstante, la situación del Polígono Argualas en una zona residencial plenamente consolidada no parece que tenga una solución global a corto plazo.

LA ADAPTACIÓN DEL POLÍGONO COGULLADA

Con 552.042 metros cuadrados, el Polígono de Cogullada supone un enorme centro industrial que poco a poco ha sido engullido por el crecimiento urbano. Afortunadamente, en este caso el Ayuntamiento de Zaragoza, a través del área de Urbanismo encabezada por el consejero Víctor Serrano, tomó la decisión en 2022 de modificar el Plan de Ordenación Urbana (PGOU) para abordar nuevos usos en el recinto.

Debido a la cercanía con las viviendas, se ha planteado un ‘colchón’ con empresas más afines a los usos residenciales, tales como negocios informáticos o audiovisuales. Del mismo modo, la zona tiene un plus que puede ser explotado: sus excelentes conexiones tanto por carretera como por ferrocarril, lo que puede ser explotado como centro de última milla.

Cogullada está modificando sus usos con negocios más compatibles con la vivienda / HA

En los últimos años, la mayor parte de la industria pesada ha abandonado el polígono, abriendo la puerta a nuevos usos comerciales con necesidad de grandes espacios, como pueden ser zonas de almacenamiento o locales de ensayo para grupos musicales.

Una vez encontrada una solución para el polígono, ha sobrevenido otra circunstancia que puede alterar en los próximos años los planes urbanísticos: el crecimiento de la ciudad a lo largo de la avenida Cataluña. En ella todavía coexisten grandes factorías, principalmente en el tramo final de la avenida, lo que podría provocar de nuevo la circunstancia de que la ciudad engulla el entorno industrial.

VALDEFIERRO: UN DESARROLLO HECHO CON CABEZA

Si el Polígono de Argualas es el que peor solución tiene y el de Cogullada está en vías de solucionarse, el tercer gran polo industrial dentro de la ciudad que encarna Valdefierro es con toda seguridad el que mejor se ha abordado. En primer lugar, la mayor parte del tejido industrial ha abandonado sus antiguas instalaciones, en su mayor parte ubicadas a lo largo de la antigua carretera de Madrid.

Valdefierro está integrando mejor que las anteriores los usos industriales / HA

Sin embargo, los usos industriales se mantienen en el barrio, que está experimentando actualmente su mayor expansión en el entorno comprendido entre la antigua carretera de Madrid, el Anillo Verde y la calle Orión. La zona principalmente industrial se ubica en un entorno entre la N-II, la ronda Oliver y el Parque Oliver, y ejemplifica el método que fuentes del Ayuntamiento de Zaragoza señalan como óptimo para integrar los usos industriales.

En primer lugar, las viviendas están a buena distancia de las industrias (allí se ubica, por ejemplo, Edelvives), con un parque y paseos alrededor. Del mismo modo, como informan fuentes municipales, cualquier proyecto urbanístico debe someterse a los requerimientos de Medio Ambiente en relación a cuestiones como medición de ruidos.