Cuando se piensa en segunda residencia en la playa, los ciudadanos zaragozanos suelen decantarse por los municipios de la Costa Dorada más próximos a la capital aragonesa, siendo Salou, Cambrils o Calafell algunos de los destinos más demandados. Sin embargo, a una distancia similar se encuentran dos localidades ubicadas al sur de la provincia de Barcelona, eminentemente turísticas, que ofrecen unas condiciones similares para las vacaciones y suman además su cercanía a la Ciudad Condal.

Sitges y Castelldefels, en la Costa del Garraf, son, con diferencia, los dos destinos más demandados de la provincia de Barcelona, y los precios de la segunda residencia es más elevado que en la mayor parte de la Costa Dorada. Su exclusividad y calidad de sus servicios hacen de ellos las dos joyas de las playas barcelonesas, a menos de tres horas de Zaragoza.

En esta zona de la Costa del Garraf, así como en El Maresme, la vivienda vacacional ha experimentado en el último año una tendencia alcista en el precio, lo que ha desembocado en una contracción en el número de compraventas. Así lo destaca el informe de Tinsa sobre viviendas en la costa, que también pone el acento en que el número de visados para nuevos proyectos inmobiliarios también se ha contraído.

CADA VEZ MÁS COMPRADORES EXTRANJEROS

En el perfil de demanda, el estudio subraya el peso relevante del comprador internacional europeo, así como de estadounidenses y rusos. Las compraventas por parte de clientes extranjeros alcanzan entre el 30% y el 40%, beneficiadas por las amplias y frecuentes conexiones aéreas que ofrece el aeropuerto de El Prat.

Entre Sitges y Calstelldefels, los precios son, de media, más elevados en el segundo. Según cifra el estudio, el metro cuadrado de la segunda residencia en la localidad se sitúa en 3.002 euros (dato del primer trimestre de 2024), con una variación interanual positiva del 5,3%. Los inmuebles siguen estando un 15,6% por debajo del precio máximo que se alcanzó en el momento previo de la crisis inmobiliaria.

Castelldefels hace valer, por un lado, su cercanía con Barcelona, siendo prácticamente una extensión de la misma, y ofreciendo un entorno mucho más tranquilo y amable. Del mismo modo, cuenta con una playa con una gran longitud, así como con servicios de todo tipo.

Por su parte, Sitges tiene el encanto de su pueblo tradicional, con diferentes zonas de baño y con la cercanía de playas menos concurridas fuera del municipio. Los precios en la localidad son algo más económicos, y se sitúan de media en 2.818 euros el metro cuadrado, con un incremento interanual del 7,2%.