Más de un mes de sequía ha mantenido a muchas partes de España sin ver una sola gota de agua, pero finalmente, la espera ha llegado a su fin. En los próximos días, una serie de borrascas, frentes y tormentas se desatarán sobre el país, prometiendo alivio y, por fin, la llegada del invierno.

Aunque las temperaturas podrían experimentar un leve aumento durante el martes 28 y miércoles 29 debido a la influencia de los vientos del oeste, este respiro será breve. Desde el 30 de noviembre hasta el 1 de enero, se espera que todas las regiones del país reciban lluvias y experimenten lo que se describe como el «zarpazo del invierno».

Las zonas menos beneficiadas serán el este y sureste de la península, así como algunas áreas de la costa, que podrían mantener temperaturas por encima de los 20 grados.

Sin embargo, la cota de nieve descenderá significativamente, alcanzando aproximadamente los 900 metros en el norte y cubriendo cumbres que no se esperaban. Incluso en las Islas Canarias, las lluvias harán acto de presencia, especialmente en las islas occidentales.

Pero lo más destacado es lo que ocurrirá después: entre las tormentas, se espera que el frío se establezca en las capas bajas bajo condiciones de estabilidad en gran parte de la Península. Este cambio significativo preparará el terreno para nuevas borrascas que, a partir del 4 o 5 de diciembre, encontrarán un país ya frío, lo que aumenta la posibilidad de nevadas, incluso cerca de las ciudades.

A pesar de las expectativas de un «invierno más cálido de lo normal» debido al fenómeno de El Niño, las observaciones recientes muestran un panorama diferente. A nivel internacional, los Alpes registran una acumulación de nieve que se sitúa entre las más importantes de los últimos años, desafiando las predicciones climáticas.