La Guardia Civil está investigando todo lo relativo al accidente del autobús que volcó este lunes en la subida a los Lagos de Covadonga, en Picos de Europa, con 48 pasajeros más el conductor. No hubo fallecidos en el siniestro, pero seis personas resultaron heridas leves, otras seis de consideración y 37 de carácter leve.

A preguntas de los periodistas en Oviedo, el jefe de Operaciones de la Guardia Civil en Asturias, Alberto Aguilera, ha confirmado que los expertos de Tráfico, en su labor de Policía Judicial están trabajando para esclarecer los motivos que ocasionaron el vuelco.

Están hablando con los diferentes pasajeros, algunos ingresados en distintos hospitales del Principado. También ha indicado que se está a la espera de los resultados de un análisis de sangre del conductor, algo que se hace por protocolo.

Con los testigos se está intentando aclarar si, como reflejan algunas informaciones, el vehículo se detuvo al cruzarse en la carretera con una autocaravana. Aguilera ha concretado que la carretera tiene cinco metros y 35 centímetros de ancho de media. Hay partes, no obstante, en las que no es tan estrecha y los miradores se aprovechan para la situación que se genera cuando se cruza con otros vehículos. Según informaciones sobre el suceso, el accidente se produjo por un error humano y que a día de hoy es la hipótesis que más peso tiene.

Según varias fuentes, el conductor se cruzó con una caravana durante la ascensión por la carretera del puerto de los Lagos de Covadonga. La rueda derecha trasera del autobús se salió de la calzada y la tierra que pisaba se hundió, por ello terminó volcando el autobús con una caída aparatosa.

También están investigando la Guardia Civil el estado de la carretera. «Los expertos realizan un montón de análisis, fotografías y recaban todos los indicios para llegar a la conclusión de cuál ha sido el motivo del accidente», ha apuntado Aguilera, que ha insistido en que aún no se puede confirmar ninguna hipótesis. Uno de los heridos más graves es el propio conductor, un experimentado trabajador de 63 años de edad. Dada la gravedad de su estado, no fue posible practicarle las pruebas de alcoholemia.