Todo parecía indicar que este viernes, el presidente de la Real Federación Española de Fútbol, Luis Rubiales, iba a presentar su dimisión tras el beso forzado en la boca a la jugadora Jenni Hermoso durante la entrega de medallas de la final del mundial femenino. Sin embargo, lejos de reconocer su error y dimitir sin más motivo, en su comparecencia pública a los medios de comunicación se ha dedicado a arremeter contra una caza de brujas propia del «falso feminismo» y que detrás de todo está Javier Tebas, presidente de La Liga.

«No voy a dimitir, no voy a dimitir, no voy a dimitir. Digo yo, ¿qué es lo que he hecho? ¿Un pico consentido es para sacarme de aquí?. Voy a luchar hasta el final.». De esta manera ha asegurado que no va a presentar su dimisión : «Yo hoy estoy diciendo la verdad, el falso feminismo no busca la verdad».

Sobre el polémico beso con Jenni Hermoso ha sido claro en su exposición. «La clave es que fue un beso consentido, esta jugadora falló un penalti, tengo una gran relación con todas las jugadoras, hemos sido una familia durante un mes, tuvimos momentos muy cariñosos, en el momento que apareció Jenni me levantó del suelo, luego nos abrazamos y yo le dije olvídate del penalti, ella me dijo eres un crack, yo le dije «¿un piquito?» y ella me dijo vale».

Respecto a su tocamiento en el palco de sus partes al terminar la final, ha pedido “perdón sin paliativos”. “Me emocioné hasta el punto de perder el control. No me justifico. Perdón”, señaló al inicio de su intervención.

También ha asegurado que lleva: «cinco años sufriendo, van a por mí con todo, decenas de querellas, de denuncias en todo tipo de juzgados…». A la vez que ha querido manifestar que a pesar de todo ello va a «seguir luchando».

«Aquí está la verdad sin amarillismos» así ha querido concluir Luis Rubiales su comparecencia.