El verano puede ser una de las épocas más complicadas para viajar en coche. El calor extremo hace que los vehículos estacionados al sol se conviertan en auténticos hornos, haciendo que el simple hecho de entrar sea un suplicio para el conductor y los pasajeros. Además, un habitáculo excesivamente caliente aumenta el riesgo de sufrir un accidente. Aquí te presentamos algunas estrategias eficaces para enfriar tu coche rápidamente.

Buscar sombra: Siempre que sea posible, estaciona tu coche a la sombra. Esto puede parecer un consejo obvio, pero es fundamental para evitar que el interior del vehículo alcance temperaturas extremas.

Utilizar elementos protectores: Los parasoles son los más comunes, pero también puedes utilizar ventiladores portátiles y fundas antitérmicas. Estos elementos ayudan a mantener la temperatura del vehículo más baja al reflejar el sol y reducir la acumulación de calor.

El aire acondicionado es una herramienta indispensable para muchos conductores durante el verano, pero su eficacia depende en gran medida de cómo se utilice. Michel Álvarez, un popular profesor de autoescuela con más de 180.000 seguidores en Instagram, ofrece un método sencillo y eficaz para enfriar el coche rápidamente:

Encender el aire acondicionado inmediatamente: Al entrar al vehículo, enciende el aire acondicionado de inmediato. Esto ayuda a comenzar a expulsar el aire caliente acumulado en el sistema.

Abrir las ventanas: Mantén las ventanas abiertas durante el primer minuto, minuto y medio. Durante este tiempo, el aire acondicionado inicialmente expulsa aire caliente debido a su funcionamiento. Abrir las ventanas permite que este aire caliente se escape rápidamente.

Eliminar gases nocivos: El calor puede reaccionar con los plásticos del interior del coche, produciendo gases nocivos. Abrir las ventanas también ayuda a expulsar estos gases.

Cerrar las ventanas: Después de un minuto y medio, cierra las ventanas. En este punto, el aire acondicionado ya estará produciendo aire frío, y podrás conducir cómodamente.

Otro método eficaz y conocido es abrir la ventanilla del copiloto y abanicar la puerta del conductor repetidamente. Este movimiento crea una corriente de aire que ventila el vehículo en cuestión de segundos, reduciendo la temperatura interior de manera significativa.

La Dirección General de Tráfico (DGT) recomienda mantener una temperatura dentro del coche de entre 21 y 23 grados. Es crucial ajustar el aire acondicionado para que no baje de esta cifra, ya que una temperatura demasiado baja puede ser perjudicial para la salud, deshidratando la piel y afectando al bienestar general.