España es uno de los países que más consume benzodiacepinas, fármacos utilizados para reducir la actividad cerebral, con efectos sedantes, ansiolíticos y relajantes.

Según la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE), los españoles, especialmente mujeres, lideran el consumo mundial de estos medicamentos, superando ampliamente a países como Alemania.

La Alianza por el Sueño, formada por científicos y profesionales de la salud, advirtió en el Congreso de los Diputados sobre el peligro del insomnio como puerta de entrada al uso prolongado de benzodiacepinas, que a menudo se recetan de forma crónica, llevando a una dependencia.

«Cuando se toman durante mucho tiempo, los efectos beneficiosos desaparecen y pueden generar problemas como pérdida de memoria, confusión y caídas», señalan desde la entidad.

CONSUMO DE FÁRMACOS EN ADOLESCENTES

Un informe reciente reveló que el 20% de los adolescentes en España consume estos medicamentos, ya sea por prescripción médica o de manera recreativa. En el último año, cerca de 900 jóvenes resultaron intoxicados por el uso de estos fármacos. Gonzalo Pin, de la Asociación Española de Pediatría, explicó que una gran parte de los adolescentes duerme menos de siete horas diarias, lo que empeora su rendimiento académico y bienestar general.

CONSECUENCIAS DE LOS PROBLEMAS DE SUEÑO

Dormir mal puede desencadenar problemas serios de salud, desde enfermedades cardiovasculares y endocrinas hasta trastornos mentales como la depresión y la ansiedad. Odile Romero, especialista en neurofisiología del Hospital Vall d’Hebron, subrayó: «La falta de sueño está relacionada con el riesgo de desarrollar demencias». Además, explicó que el uso continuo de ansiolíticos e hipnóticos, que inicialmente se prescriben para un corto plazo, se ha convertido en una práctica común durante largos periodos.

ALERTA SOBRE LA ADICCIÓN

Carlos Roncero, presidente de la Sociedad Española de Patología Dual, destacó la urgencia de intervenir para reducir el consumo de benzodiacepinas. «Una de cada nueve personas las consume habitualmente, y el 25% las ha probado en algún momento», mencionó. Según él, los trastornos del sueño y las enfermedades mentales están interrelacionados, lo que refuerza la necesidad de un enfoque más cauteloso en la prescripción de estos fármacos.

MEDIDAS URGENTES

El Ministerio de Justicia también ha mostrado preocupación. Manuel Olmedo, secretario de Estado, señaló que las benzodiacepinas fueron halladas en la mitad de las autopsias de suicidios realizados el año pasado en España. Además, indicó que el 85% de las llamadas al Instituto de Toxicología estaban relacionadas con intoxicaciones por estos medicamentos, incluyendo casi 800 menores entre 11 y 15 años.

La ministra de Sanidad, Mónica García, declaró que se están tomando medidas para limitar las recetas de estos medicamentos, instando a los médicos de Atención Primaria a priorizar alternativas no farmacológicas para tratar el insomnio, como hábitos de sueño saludables y técnicas de relajación, para evitar la dependencia a largo plazo.