Después de un verano largo con un calor que no nos ha dado tregua ni para las fiestas, parece que el otoño asoma con una importante bajada de temperatura generalizada e incluso una borrasca que, por fin, nos va a traer bastante agua esta semana en nuestra comunidad.

Con una temperatura que aún varía mucho de la mañana a la noche, los catarros son un clásico que acompañan esta época del año. Nuestras defensas sufren con estos cambios bruscos de tiempo, por lo que es importante intentar evitar en la medida de lo posible que nuestro cuerpo padezca cambios fuertes de temperatura.

Hay varias formas de conseguir minimizar estos catarros, pero una de las primeras cosas que podemos hacer es adecuar nuestra ropa al clima. Vestirse con varias capas finas es una buena forma de lidiar con el frío de la mañana y el calor del mediodía, y así reducir el impacto de los cambios de temperatura.

 Pero lo más importante a la hora de fortalecer las defensas de manera natural para combatir los virus es aportar al cuerpo todos los nutrientes que necesita a través de la alimentación y la nutrición, para que nuestro organismo funcione correctamente.

Una dieta con frutas y verduras frescas como protagonistas hará que nuestras defensas puedan combatir mejor los virus que puedan entrar en contacto con nosotros. Los alimentos ricos en vitamina C, como los cítricos, son un gran aliado para nuestras defensas. Algunos alimentos concretos como el ajo, la cebolla o el jengibre tienen un alto poder como antibiótico natural, por lo que funcionan a la perfección para fortalecer las defensas de forma natural

Existen también numerosos complementos vitamínicos y probióticos que nos pueden ayudar a suplir esas carencias nutricionales que puede tener nuestra dieta y así, bajo el asesoramiento profesional adecuado, podemos usarlas como complemento a nuestra alimentación una vez que conocemos qué nutrientes nos están faltando con nuestra alimentación.

Mantenerse hidratado es, como para todo, algo esencial. Cuando el cuerpo recibe la cantidad adecuada de agua mejora el sistema inmunológico y genera mejores defensas contra las infecciones.

Por último podríamos nombrar el ejercicio físico como otro de los aliados para nuestras defensas. Junto con una dieta balanceada y el descanso correcto podemos fortalecer nuestras defensas de manera natural.