En el abrumador mundo de los productos lácteos, los yogures se han convertido en la joya de la corona para los clientes de Mercadona, superando incluso al omnipresente queso de la marca. Sin embargo, la elección entre las crecientes opciones de yogures se vuelve cada vez más desafiante.

Más allá del clásico yogur natural, los consumidores buscan alternativas saludables, desafiando la creencia común de que los yogures ‘azucarados’, con ‘sabores’ o ‘trozos de fruta’ son opciones a evitar.

El último Informe de Consumo revela que cada español consume en promedio 12,98 kilos de yogures al año, lo que destaca la importancia de elegir con cuidado. Aunque el yogur natural se considera una opción saludable, los expertos argumentan que no es la única.

Sorprendentemente, los yogures grasos, a pesar de la grasa saturada, son destacados por sus beneficios para la salud. Estos yogures ofrecen lípidos saludables y efectos probióticos, fortaleciendo la microbiota intestinal y contribuyendo a la salud integral, además de prevenir problemas metabólicos y el sobrepeso.

El enfoque en yogures con pocos ingredientes en su etiqueta, como leche, fermentos lácticos y leche en polvo o nata, se presenta como clave. Entre las opciones de Mercadona, dos yogures menos conocidos pero aclamados por los nutricionistas son el Yogur Griego Natural Hacendado y el Natural +Proteínas.

El Yogur Griego Natural Hacendado destaca por su ausencia de azúcares añadidos y su riqueza en grasas saludables, incluso saturadas en su mayoría. A pesar de la percepción común sobre las grasas saturadas, expertos como el epidemiólogo Miguel Ángel Martínez-González sugieren que la grasa del yogur no presenta efectos adversos, posiblemente relacionados con la flora bacteriana o el tipo de ácidos grasos presentes.