La vuelta al cole siempre trae consigo un toque de nostalgia tras el fin de las vacaciones, pero si tu trayecto de regreso pasa por la Autovía A-2, hay un lugar que hará que tu regreso a la rutina sea menos doloroso. Situada en la provincia de Guadalajara, el Área 103 se ha ganado su reputación como una parada obligatoria para quienes viajan entre Zaragoza y Madrid. Y no es para menos; con su combinación de tradición, excelente gastronomía y servicios imprescindibles para todo viajero, se convierte en el destino ideal para hacer una pausa antes de llegar a casa.

A sólo dos horas de Zaragoza, encuentras este punto estratégico que no sólo destaca por ser la segunda área de servicio más grande de Europa, sino porque sus puertas se abrieron hace más de 130 años y todavía hoy sigue gestionada por la misma familia, en este caso, su cuarta y quinta generación.

El plato fuerte de este amplio paraje, como no podía ser de otra forma, es su oferta gastronómica. En el restaurante del Área 103, sus aclamados torreznos no paran de circular por la barra durante todas las mañanas; pero no sólo estos crujientes son lo más aclamado: sus carnes a la brasa, preparadas al momento y las verduras frescas de su propio huerto, aseguran una comida saludable y completa para hacer menos costoso el regreso de las vacaciones.

MUCHO MÁS QUE UN RESTAURANTE

Además, los que no tienen tanto tiempo pueden traerse de vuelta algunos de los productos gourmet que venden en su “Tienda Acojonante”, una muestra de los alimentos españoles más selectos, como embutidos ibéricos, miel de la Alcarria, dulces artesanos y otros manjares que son auténticas joyas culinarias.

Pero después de unas largas e intensas vacaciones, no todo es comer. El Área 103 ofrece una diversidad de servicios que hacen las paradas más amenas. Desde sus tranquilas y completas habitaciones de hotel para descansar, pasando por un servicio 24h de grúas y neumáticos, hasta un museo de coches clásicos con auténticas joyas automovilísticas.

En definitiva, aquí, la vuelta al cole, al trabajo o a la rutina diaria comienza con buen pie y, sobre todo, con buen sabor de boca. No es casualidad la constante presencia de decenas de camioneros en la antigua Venta de Almadrones y esto, como si de la Guía Michelín se tratase, es el mejor aval de la calidad que se ofrece.