Sucedió el pasado 23 de agosto en la localidad vallisoletana de Laguna de Duero. Un individuo accedió de forma violenta al Acuartelamiento de la Guardia Civil y amenazó a los agentes con un cuchillo, hasta que finalmente pudo ser reducido.

En la tarde del sábado 24 de agosto, de nuevo la Guardia Civil tuvo que hacer frente a un hombre armado con un cuchillo que puso en grave riesgo la vida de los agentes y que finalmente se atrincheró en la vivienda de sus padres en Fregenal de la Sierra, Badajoz, hasta que pudo ser detenido.

En la localidad zaragozana de Borja, el pasado dos de agosto, tan y como informó HOY ARAGÓN, un hombre se dedicaba a destrozar retrovisores y parte del mobiliario urbano y cuando fue detenido por los agentes de la Benemérita la emprendió con ellos a golpes.

Tres ataques a agentes de la Guardia Civil en menos de un mes, y han sido muchos más. Por eso, Independientes de la Guardia Civil, IGC, denuncia que estos hechos empiezan ya a ser una práctica habitual y el número de nuevos atentados, agresiones y menosprecios a los agentes no paran de crecer.

«La pérdida del principio de autoridad es una realidad hoy en día, y estas cifras son el
resultado de una peligrosa combinación de factores que han desencadenado en la falta
de respeto de ciertas personas que ven la delincuencia como su modo de vida
«, explican desde IGC.

Aseguran que hay un antes y un después en el comportamiento de las personas y que son cada vez más los que muestran un total desprecio hacia la vida de los agentes. Se calcula, aseguran desde esta asociación de la Benemérita, que se producen una media cercana a las 45 agresiones diarias a agentes en todo el territorio nacional.

IGC dice que los agresores están, en una mayoría de casos, amparados por su superioridad numérica, la soledad de los agentes, la falta de medios apropiados y la tardanza de los refuerzos policiales.

Esto, unido a una laxitud de las leyes vigentes añaden, acaba trasladando el mensaje de que agredir a un agente “sale barato”, tal y como han referido los propios agresores en más de una ocasión a los propios guardias civiles.

UNA BRAGA CUELLO ANTI CORTE

Desde Independientes de la Guardia Civil, instan al Gobierno a que aumente el número de agentes en las calles, principalmente en aquellas zonas más conflictivas y de mayor riesgo, para ofrecer una seguridad de calidad al conjunto de la ciudadanía.

«La guardia Civil continúa en pleno 2024 con la misma estructura y despliegue territorial
que hace 80 años.
Es necesaria una reorganización acorde a la sociedad actual», argumentan.

Matizan en la importancia de dotar de nuevos y mejores medios de autoprotección a los
funcionarios policiales, como son las pistolas eléctricas Táser,
«mucho menos lesivas y
suponen una alternativa perfecta al uso del arma de fuego ante agresiones graves como
las sucedidas ayer en Frenegal de la Sierra».

Como complemento a la arma no letal Táser, desde Independientes de la Guardia Civil, s, solicitaron a principios del pasado mes de julio a la Dirección General de la Guardia Civil mediante una propuesta pionera en materia de seguridad consistente en la dotación a todos los agentes de Bragas de protección de cuello anticorte.

«Se trata de una propuesta muy concreta sobre elementos de protección que consideran sería muy conveniente ante un ataque hacia una zona tan vital como es cuello, por donde pasa la arteria carótida, ya que su lesión puede ser mortal», matizan.

Propuestas que desde IGC no quieren que caigan en saco roto ya que dicen estar cansados de obtener el silencio como única respuesta y exigen que el máximo responsable de interior respalde con hechos fehacientes a los miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.