La madre de E.N.A, el joven que amenazó a su familia y a los guardias que llegaron a socorrerles en su domicilio reconocía tras el suceso que su hijo llevaba un año consumiendo drogas y en los últimos meses había ido a peor.

«Consumía drogas durante toda la noche y estaba horas caminando con una linterna en la mano. Un día encerró a su hermano en casa y le dijo que le iba a pegar y a destrozar el coche«, relataba la mujer ante los investigadores de la Benemérita.

Hace unos meses que acude a un médico para intentar tratar su adicción. «Por orden judicial empezó a acudir a un Centro de Reinserción Social y un médico le recetó una medicación pero no se la toma«, añade la mujer, que explicaba sentirse aterrorizada con el comportamiento de su hijo en los últimos meses.

Esto sucedió después de una historia que, gracias a la labor de los guardias que respondieron a la llamada de socorro, acabó bien. Eran las nueve y veinte de la mañana del pasado cinco de junio cuando una patrulla del puesto de Casablanca acudía a atender la llamada de socorro de un vecino de Cadrete.

En un domicilio de la localidad se oían gritos y alguien parecía estar en peligro. Los guardias entraron en la casa y la madre del joven que posteriormente era detenido estaba presa del pánico y explicaba que su hijo les había amenazado de muerte.

Al intentar hablar con él, éste cogió un cuchillo de 16 centímetros de longitud que blandió delante de los guardias diciéndoles: «¡Disparadme, quiero morir pero antes me llevaré a alguno por delante y lo siento por vuestros hijos!».

Los agentes retrocedieron unos pasos hacia la puerta de salida para dejar algo de espacio sin provocar ninguna reacción del joven y comenzaron a hablar con él. «¡Deja el cuchillo, por favor!», le repetían constantemente.

al final el chico acabó dejando el arma blanca y fue detenido en presencia de sus familiares que ya se veían fuera de peligro. Una actuación mediante la palabra y el contacto verbal que acabó sin que nadie resultase herido.

«VOY A MATAR A TODOS Y LUEGO ME MATO YO»

La adicción al speed y los trastornos psicológicos producidos por las drogas parecen ser los causantes de esta reacción que casi acaba en tragedia. La familia del joven de apenas 18 años de edad asegura que vivía con miedo. «Cuando no consume no para de repetir que nos va a matar a todos y que después se va quitar la vida», declaraban.

Ya en el mes de marzo, según declararon ante la Guardia Civil, el joven se gasto en droga un micro crédito que había pedido y se encerró en casa gritando que no quería vivir más y se iba a matar.

La Guardia Civil acudió y lo trasladó al Hospital Clínico Lozano Blesa, pero el joven, esa misma noche, se arrancó las vías y se marchó del centro hospitalario sin que un psiquiatra pudiera reconocerle.

No fue el único episodio de tensión que protagonizaba en los últimos meses. El pasado mes de septiembre escupió al conductor de un autobús. También, en las mismas fechas, agredió a un policía al que tuvo que pagar una indemnización de más de dos mil euros que pagó su madre, y tiene una orden de alejamiento por amenazas a una chica.

Tras este último episodio el juez deberá decidir sobre su futuro. Se le acusa de tentativa de homicidio a agentes de la autoridad tras amenazarles con un cuchillo, y de amenazas en el ámbito familiar.