La policía encontró una situación más que surrealista hace pocos días. El arresto de un peluquero de 55 años, acusándolo de involucrarse en actividades de narcotráfico, se produjo después de que las autoridades notaran un flujo inusual de clientes en su salón, incluyendo a personas calvas que, aparentemente, no requerían servicios de peluquería.

La peculiaridad de ver a varios clientes sin pelo mezclándose con los habituales del salón, despertó la curiosidad de los investigadores. Este detalle llevó al despliegue de un operativo de vigilancia para determinar qué estaba sucediendo realmente en el local.

Durante la investigación, se descubrió que algunos clientes, de diversas edades y profesiones, visitaban la peluquería con el único propósito de adquirir estupefacientes. Curiosamente, otros combinaban el servicio de corte de cabello con la compra de drogas.

El operativo policial culminó con el hallazgo de una bodega secreta dentro del salón de peluquería. Allí, las autoridades encontraron 100 gramos de cocaína, cuatro básculas de precisión y materiales para empaquetar las sustancias ilícitas.

Además, en el domicilio del peluquero arrestado, se descubrieron varios gramos de hachís. Las investigaciones también revelaron que el peluquero mantenía contactos con prisioneros de una cárcel local en Génova, lo que podría indicar una red más amplia de tráfico de drogas.

Este arresto ha sorprendido a la comunidad de Génova, ya que pone de manifiesto cómo actividades criminales pueden ocultarse tras fachadas de negocios cotidianos. La policía continúa con sus investigaciones para determinar la extensión de la red de narcotráfico y si hay más involucrados en este insólito caso.