El asalto se realizó entre las calles Virginia Wolf y Mariana Pineda, en el zaragozano barrio del Actur. Eran las 14:25 horas de la tarde cuando una mujer de 77 años paseaba en dirección a su casa.

En un momento fue sorprendida por un joven, con iniciales I.K., de 18 años, que se acercaba a ella y sin mediar palabra le pegaba un fuerte tirón con la intención de arrebatarle una cadena que llevaba la mujer en el cuello.

Varios vecinos y viandantes que en ese momento se encontraban por la zona alertaban a una patrulla de Policía Local que se encontraba en las inmediaciones y que se encontraba realizando labores propias de prevención de la seguridad y explicaban a los agentes lo sucedido.

Uno de estos testigos presenciales decidió implicarse más en el suceso. Había presenciado el robo y observó la dirección de huida que tomaba el joven así que decidió perseguirle. Tras unos metros de persecución consiguió darle alcance en las proximidades y se enfrentó al presunto ladrón.

Llegó incluso a hablar con el para que se entregara pero éste le amenazó con un cuchillo que llevaba gritándole que dejase de seguirle que sino le atacaría. En ese mismo momento, el delincuente tiró la cadena que había robado minutos antes a la anciana al suelo.

La mujer, que consiguió sobreponerse de la violenta situación, no precisó de asistencia sanitaria. Mientras acompañaba a la patrulla para formular la correspondiente denuncia, los agentes localizaron al presunto autor de los hechos a quien detuvieron en el acto.

El joven de 18 años pasó a disposición judicial acusado de un delito contra el patrimonio tras la denuncia de la víctima. Momentos antes, los agentes le registraron tras quitarle el arma blanca que llevaba consigo y descubrieron que llevaba en el interior de su chaqueta dos teléfonos móviles.

ASALTOS EN PLENA CALLE

Hace tres meses, nuevamente de día y en pleno Casco Histórico de Zaragoza, se producía otro asalto a una persona de edad avanzada en plena calle. Una pareja asaltó a un hombre que caminaba con la ayuda de un andador.

Le robaron ochenta euros y, aunque no le provocaron ningún tipo de agresión física, lo que le dejaron fue un buen susto y el temor a volver a salir de su casa solo. Estas personas de avanzada edad suelen ser víctimas de estafadores que mediante engaños ‘amorosos’ entran en sus casas y se llevan joyas y dinero.

Es el caso de dos hermanas que han sido detenidas en innumerables ocasiones por la Policía Nacional y que se dedicaban a engañar a ancianos. También hace unos meses, agentes del Grupo de Delincuencia Itinerante  detectaron a dos personas, siempre con el mismo modus operandi.

 Una mujer joven, sirviéndose del contacto físico sustraía joyas y dinero a sus víctimas, personas de avanzada edad a las que abordaba en la calle o en sus domicilios. Seleccionaban a sus víctimas en zonas concurridas por personas mayores, como parques y zonas peatonales. A continuación, entablaban conversaciones para obtener información como el lugar de los domicilios y detalles personales.