«Esta mañana, en torno a las 12:55 horas ha quedado disuelta la concentración que había en la zona próxima al burgo de Ebro», así lo anunciaba en una breve nota la Oficina de Comunicación de la Comandancia de la Guardia Civil en Zaragoza. Se disuelve casi cuatro días después de que llegasen los primeros asistentes.

Dicha disolución, ha anunciado la Benemérita, ha transcurrido sin ninguna incidencia. Como ya adelantaba HOY ARAGÓN el pasado domingo, en esta fiesta ilegal se llegaron a concentrar, a través de las redes sociales, más de 700 personas que habían acudido a unas coordenadas específicas cerca de la localidad de El Burgo de Ebro para bailar y estar de fiesta.

Este dispositivo establecido en la zona ha estado formado, como ha informado la Guardia Civil, por efectivos de Seguridad Ciudadana de las Compañías de Casetas, Caspe y Calatayud, apoyados por miembros de la USECIC y del Seprona.

Un despliegue muy vistoso que llevaba días preparándose y que no se ha llevado a efecto hasta que se ha considerado que la situación estaba más controlada, sobre todo en relación al gran número de asistentes al evento ilegal.

Una fiesta que ha tenido lugar en un terrero privado, rural y dentro del término municipal de Zaragoza. A esta hora nada se sabe todavía de los promotores de la fiesta ilegal, que habían contratado a dj’s, montado hasta cuatro escenarios y tenían hasta placas solares para alimentar de energía a los generadores.

CUATRO DÍAS DE FIESTA ININTERRUMPIDA

El evento, una fiesta tecno pre. Halloween, estaba, según fuentes cercanas al hecho, muy bien preparado y con el tiempo suficiente para no ser interceptados y que se pudiese celebrar una vez que hasta allí llegó un número elevado de participantes.

Cuatro días de fiesta que se han desarrollado con el desconocimiento absoluto de los vecinos de las localidades de la zona y que ha tenido su eco en redes con la publicación de fotos y vídeos de los asistentes bailando en los escenarios y montando sus tiendas de campaña o acomodando sus furgonetas.