Han pasado diez días desde un crimen que conmocionó a los aragoneses por la muerte repentina de, como lo definen sus vecinos, «un hombre bueno», y la aparente falta de motivos para acabar con su vida.

Sergio D. E. no ha hablado todavía, ni ante los investigadores de la Guardia Civil, ni ante la juez del Juzgado de Instrucción Número 1 de Boltaña. Su abogada lo achaca a la falta de memoria, al hecho de que esta, como explicó tras su no declaración en Boltaña, en shock y no recuerda nada.

Y de este modo, sin recordar, ingreso por orden judicial en la prisión de Zuera. Fuentes cercanas han explicado a HOY ARAGÓN que el ingreso del autor de la puñalada mortal que acabó con la vida de Urbez fue diferente al de la gran mayoría de los internos.

«Parecía llevar años aquí; estaba demasiado tranquilo, como si ya conociese este ambiente y estuviese más que acostumbrado», explican estas fuentes consultadas. Ya es un preso más en el módulo 11 de la prisión y parece actuar de la misma manera que lo hizo tras el crimen. «Es como si no se enterase de nada; parece aparentar como si no supiese lo que está pasando», añade.

¿Una estrategia también llevada a prisión? Podría haberle dicho incluso a un funcionario que ha estado en tratamiento por drogas y alcohol.

AISLADO CON SARNA

Ahora Sergio D.E. está ingresado y aislado en un módulo especial con sarna, un trastorno de la piel que provoca sarpullido con picazón y se debe a pequeños ácaros. Tiene bultos y ampollas por el cuerpo y no puede entrar en contacto con funcionarios y otros reclusos porque puede contagiarlos.

Estaba en prisión preventiva comunicada pero este derecho, por el momento, no lo va a tener por la sarna que parece en la piel. Seguirá así al menos los siete días que dura el tratamiento.