Sucedió en octubre de 2018 y tras varias apelaciones en un juicio que se ha alargado casi cuatro años, la víctima, una joven zaragozana, ha ganado una compensación a meses, según cuenta en el informe judicial, de sufrimiento físico y psicológico.

«Han sido vistas duras, intentando demostrar que hubo un error y que mi cliente no incumplió nada de lo que en la clínica le recomendaban antes y después de las sesiones«, explica Alberto Delgado, abogado de la acusación.

Y es que no era la primera vez que la cliente de Delgado acudía a esta clínica a hacerse sesiones de tratamiento para eliminar el vello de sus brazos. A esta clínica había incluso acudido su madre y nunca habían tenido ningún problema.

«Le aplicó el láser y noto una abrasión por debajo de la piel hasta tal punto que gritó de dolor», dice el abogado de la víctima. Mientras, la clínica ha ido explicando que si sufrió daños fue porque incumplió la recomendación de tomar el sol después de la sesión o algún medicamento en concreto que no dijo que tomaba.

Durante el juicio se demostró que la joven, que ya había pasado por cuatro sesiones anteriores sin ningún problema, no incumplió ninguno de los requisitos y que se encontraba en perfecto estado de salud cuando sucedió todo.

UNA INDEMNIZACIÓN DE 44.000 EUROS

Tras un litigio intenso con alegaciones de ambas partes, la víctima consiguió que la tomaran en cuenta y el juez apreció negligencia en el uso del láser, a pesar que desde la clínica se insistía en que se había seguido el mismo método que en sesiones anteriores y que ese láser no se podía manipular de ninguna manera.

La clínica y la persona que se encargó del tratamiento y de la aplicación del láser han sido condenados a pagar una indemnización a la clienta afectada de más de 44.000 euros por los daños físicos y psicológicos causados. Una sentencia que podría sentar precedente en otros casos similares.