Han pasado casi doce meses desde que sucedieran los hechos en un bar del barrio zaragozano de Torrero. Los investigadores detuvieron a Marta L. tras visionar las imágenes del bar orientadas hacia la mesa donde tomaba algo con su ex pareja.

Le acusaban de manipular la croqueta que se iba a tomar, sobre todo después de iniciar la investigación a través de la denuncia que su ex pareja puso en una comisaría de Policía Nacional la mañana siguiente al hecho.

«Se me culpó de algo que no hice y se jugó con mi presunción de inocencia», dice Marta, ahora absuelta tras el archivo del caso por parte del juez instructor. «Ahora estoy cansada, débil psicológicamente, pero confiada y satisfecha porque la justicia ha hecho su trabajo», explica la acusada del caso conocido como el de la croqueta.

«Se me prejuzgó sin pruebas y se creó un circo en torno a mi vida difícil de soportar», denuncia Marta L. Apunta directamente a algunos medios de comunicación que generaron un espectáculo que califica como «lamentable».

Además señala también a los investigadores. «Soy abogada y no entiendo como se usaron esas pruebas contra mi, sin tener una base suficiente como para acusarme y teniendo en cuenta que me estaban señalando por algo muy grave», añade la acusada, ahora absuelta.

«MIRO AL FUTURO CON ESPERANZA Y OPTIMISMO»

Marta explica en unos audios que mira al futuro con esperanza y sabiendo que la justicia ha hecho su trabajo. «Creo que se ha demostrado que yo no hice nada, que no manipule nada y no tenía intención de hacer daño a mi ex pareja».

Preguntada precisamente por su ex marido, por la denuncia que le interpuso y que le llevó a estar en el punto de mira dice lo siguiente: «De eso no puedo hablar; nunca diré nada del padre de mis hijos porque forma parte de mi vida personal, de mi intimidad. Entenderéis que no puedo decir nada de él», sentencia.