«Nos conocíamos y yo nunca salí de la discoteca con intención de abordarla», ha dicho Bilal M., presunto agresor de una joven a la que, según la víctima, forzó en un portal. Eran las cuatro de la madrugada y ella había salido con una amiga a fumar; ambas estaban en la discoteca ‘Garden’.

El procesado se acercó a ella y comenzaron a hablar, según el auto judicial, alejándose de su amiga para mantener una conversación privada. «Mientras caminaban, el hombre le cogió por los hombros y de la mano y al llegar a un portal de un edificio cercano en la calle Corona de Aragón, abrió la puerta y de un tirón la introdujo en el edificio», dice el texto judicial con declaraciones de la víctima.

Según el testimonio de la joven, una vez en el interior de un fuerte empujón la arrojó al suelo sobre los peldaños de la escalera en el primer rellano y cuando ésta se encontraba ya tirada en uno de los escalones se le abalanzó y de manera violenta comenzó a tocarle en el pecho y diversa partes del cuerpo, intentando bajarle los pantalones.

Al no llegar a conseguirlo porque la mujer llevaba un cinturón que impedía esta acción , le dio un fuerte tirón que le rasgo el citado pantalón ocasionando una abertura de forma horizontal a la altura del cremallera por donde accedió a las partes íntimas metiendo la mano por el hueco le introdujo los dedos en la vagina.

Ella declaró a la policía que lloraba sin parar y pedía auxilio. Como ella no paraba de gritar y llorar alertó a un vecino que entraba en su casa. Fue entonces cuando el presunto agresor salió corriendo y posteriormente fue detenido.

La víctima volvió a la discoteca a pedir ayuda y fue acompañada al Hospital Clínico Universitario donde se dio aviso a la Policía y fue asistida por el Médico Forense y por la ginecóloga de guardia.

Las lesiones que le apreciaron eran compatibles con lo que ella describió. Todo fue remitidos a la Brigada Provincial de Policía Científica; uno de sus componentes testificaba esta mañana ante la juez del Juzgado número uno de la Audiencia Provincial de Zaragoza.

DIEZ AÑOS DE PRISIÓN POR AGRESIÓN SEXUAL

En el lavado vaginal de la víctima se obtuvieron pruebas coincidentes con el ADN del acusado. Éste ha negado que los hechos fueran de esa manera, mientras ella se ha ratificado en su testimonio.

La defensa de la joven de 26 años pide diez años de prisión, mientras que fiscalía reduce la pena a ocho, así como la prohibición de acercarse a la víctima a una distancia inferior a 200 metros y a comunicarse con ella en el plazo de diez años. Además, de salir culpable, el procesado deberá indemnizar a la víctima con 20.000 euros por perjuicio personal y daños morales.