El incremento de fallecidos en las carreteras durante el año pasado ha sido un factor determinante para la implementación de este plan, reflejando la necesidad de medidas más rigurosas y una presencia policial más activa en las vías.

La población puede esperar un despliegue significativo de agentes de la Guardia Civil a lo largo y ancho de la geografía española, con el objetivo de disuadir comportamientos peligrosos y aplicar sanciones a quienes pongan en riesgo la seguridad vial.

Este ambicioso plan no solo busca sancionar, sino también concienciar a los conductores sobre la importancia de respetar las normas de tráfico y adoptar prácticas seguras en la conducción.

En conclusión, la colaboración entre la DGT y la Guardia Civil refleja un compromiso firme para abordar la siniestralidad vial de manera integral.

La implementación de este plan durante el año 2024 pretende no solo reducir los accidentes, sino también sentar las bases para una cultura de conducción más segura en el futuro.