Con la llegada de septiembre, el regreso a las clases no solo implica la vuelta al aula, sino también a las actividades fuera de la escuela. Algunos niños pasan más de 12 horas diarias entre asignaturas escolares como matemáticas o lengua, y actividades extraescolares como música, deportes o idiomas.

Ante este exceso de tareas programadas, muchos expertos, como la psicóloga Isabel Menéndez Benavente, alertan sobre el impacto en la salud mental de los más pequeños.

¿CUÁL ES EL LÍMITE ADECUADO?

No existe una fórmula exacta sobre cuántas actividades son muchas. Sin embargo, es esencial no elegirlas solo por las necesidades de los padres, sino tomando en cuenta los deseos y necesidades del niño. Además, debe garantizarse que estas actividades no interfieran con su rendimiento académico ni con su tiempo libre para jugar y relajarse.

IMPORTANCIA DEL TIEMPO LIBRE

Los niños deben contar con tardes libres para poder realizar sus tareas con calma, gestionar su agenda escolar, y disponer de tiempo para simplemente jugar o aburrirse. Este «aburrimiento» es crucial para que ellos mismos descubran intereses, hobbies o nuevas actividades que les motiven.

No es solo cuestión de cantidad de extraescolares, sino también de la calidad de la experiencia. Las actividades deben ser disfrutadas, y no siempre tienen que estar centradas en lo que el niño no domina. Al contrario, es recomendable potenciar aquellas en las que ya destaca o que disfruta.

Es válido que los padres decidan alguna actividad «obligada» por necesidad, como la natación o el refuerzo en alguna asignatura escolar. Sin embargo, debe hacerse en consenso con el niño, explicándole por qué es importante realizarla durante un periodo específico.

Las extraescolares no deben ser una obligación perpetua. Los expertos sugieren que los niños tengan la opción de dejar una actividad si, después de un tiempo razonable, no les genera disfrute. Sin embargo, es también importante fomentar la perseverancia antes de permitir que abandonen.

EXTRAESCOLARES: HERRAMIENTAS EDUCATIVAS

Cuando están bien gestionadas, las actividades extraescolares son una excelente herramienta educativa y de entretenimiento. Ofrecen oportunidades para socializar, mejorar habilidades o descubrir nuevas, además de inculcar valores importantes como el esfuerzo, el compañerismo y la responsabilidad.

Las actividades extraescolares, en su justa medida, son una excelente manera de complementar el desarrollo de los niños, siempre que se respeten sus tiempos y necesidades individuales.