Adiós a la ostentosidad, a los grandes logotipos, al presumir de forma clara: el lujo silencioso es la tendencia preferida de los millonarios. O al menos de las personas ricas que siguen las modas. Realmente, esta tendencia no es nada nuevo; siempre se ha dicho que el lujo auténtico, es discreto de puertas para afuera.

Nada de ostentaciones ni poner el foco sobre ellos, alejándonos de esos logos de firmas como Dolce & Gabbana o Gucci, repetidas hasta la saciedad en cinturones, bolsos, zapatillas o chándales dentro de una estética excesiva y maximalista. Un buen ejemplo lo tenemos en Marta Ortega, presidenta de Inditex. En sus contadas apariciones, nadie sabe si lleva una prenda de sus tiendas, o un artículo cuyo coste que podría pagar la hipoteca de cualquier mortal de clase media/alta.

Pero en este 2023, el lujo silencioso se ha vuelto tendencia. No hay más que darse una vuelta por las zonas más lujosas de cualquier gran capital europea para comprobar in situ esa tendencia que se abre camino en el mundo de la moda, y también en el de la decoración. Sudaderas de capucha, pantalones grises de pinzas, abrigos negros o jerséis grises son tendencia, frente a los colores estridentes o la ropa demasiado llamativa. El denominador común de las prendas que forman parte de esta tendencia, además de que son discretas y de calidad, es que cuestan dinero. Mucho dinero. Cualquiera de esas sudaderas, puede costar 1.000 euros, las zapatillas pueden tener una lista de espera infinita, y la americana puede rondar los 5.000 euros, aunque a primera vista, no lo parezca.

Según esta tendencia, esos logos que durante décadas han simbolizado el ascenso social y el poderío económico (o el intento de tenerlo de cara a la galería para aparentar determinada posición social), están demodé. Ahora el lujo, se entiende de otra forma. Sin ostentaciones, y basándose en prendas atemporales y de calidad, con unos patrones que nos recuerdan mucho a la estética de los años 90.

A esta ropa de calidad e hiper mega cara no tiene logos externos, ya que a los mega ricos que las llevan no les hace falta demostrar que pueden comprarlo. De hecho, esta tendencia sirve para que otros ricos, o los que tienen una gran cultura en el ámbito de la moda, reconozcan lo que se lleva encima, y se pueda presumir de esos conocimientos, sin necesidad de utilizar los logotipos habituales. Es un mensaje oculto para los que saben, y para los que están al mismo nivel social, con prendas que pasan desapercibidas para la mayoría. Es el máximo exponente del If you know, you know, el si sabes, sabes, traducido al español.  

«El lujo silencioso ha existido siempre, aunque ahora se haya puesto de moda y todo el mundo hable de él. La moda es cíclica, estamos en una época minimalista, pero en 2024/2025 volverá otra vez la opulencia», señala Genel Romero, experta en moda y PR de Agatha Ruiz de la Prada y de la agencia Cool Hunting.

Para Romero, «El lujo silencioso es sostenible porque tiene una temporalidad, son prendas sencillas en diseño y de alta calidad, lo que garantiza que duren mucho tiempo, y que sea algo sostenible, dentro de la filosofía del compra menos, compra mejor».

Lujo silencioso
El lujo silencioso ha pasado de las pasarelas a la calle / The Row

La idea es combinar básicos de calidad que no pasan de moda y que en otros tiempos podrían haber pasado por fondo de armario. Pero eso sí, firmadas por algunas de las tiendas y cadenas más caras del mercado.

Ese estilo pudimos verlo durante el juicio de Gwyneth Paltrow por un accidente de esquí sucedido en 2016. Al margen del juicio en sí, los focos de la prensa se posaron sobre los depurados y discretos estilismos que la actriz vistió para acudir a los tribunales cada día. Unos estilismos austeros, pero cuidados al detalle. También pudimos verlo a través de la serie Succession, emitida en HBO, o en los desfiles de las principales firmas para la temporada primavera-verano de este año.

En la última edición de los Golden Heart Awarst, estrellas como Scarlett Johansson también apostaron por olvidarse de los deslumbrantes vestidos de marca que suelen lucir, para enfundarse en el caso de Johansson un sencillo y discreto vestido negro con escote en V y largo midi, quizás por tratarse de unos premios que se hacen en favor de los menos desfavorecidos.

Los hastags #lujosilencioso, o su equivalente en ingles, #quietluxury, acumulan millones de visualizaciones en redes como TikTok, la mejor demostración de que esta es una tendencia al alza, con prendas de altas calidades elaboradas con cashmere, sedas, algodón egipcio o materiales sostenibles. Ahora, los códigos de tendencia del lujo silencioso requieren estéticas sobrias y discretas, con colores nada llamativos, como el beige, el gris, el marrón o el negro. O eso al menos, es lo que podemos leer en la mayor parte de los artículos que sobre este se han escrito en la prensa especializada, ya que Genel Romero defiende, como otros muchos expertos en moda, que el lujo sostenible no tiene porque tener colores neutros.

Al contrario, hay muchos diseñadores a los que les gusta el color y los estampados, y que se podrían inscribir dentro de esa tendencia, como es el caso de Juan de Avellaneda. Que no esté hecho con opulencia no significa que no pueda tener color».

En este momento, las principales firmas de lujo se han sumado al carro del lujo silencioso. Una de las primeras fue The Row, la firma creada en 2006 por las gemelas Ashley Olsen y MaryKate Olsen, pero poco a poco, se ha ido sumando compañías como Miu Miu, Max Mara, Hermès, Bottega Veneta, Loro Piana, G Label by Goap, Brunello Cucinelli, Fendi… Incluso la siempre estridente Gucci ha abandonado (al menos parcialmente), el maximalismo paran intentar acoplarse a esta tendencia.

Una tendencia que ha calado fuerte entre los millennials, y que también se está imponiendo entre la generación Z, aunque evidentemente, copiando los estilismos, y sin recurrir a las firmas de lujo. Así, podemos ver en TikTok miles de vídeos que explican y dan consejos para imitar el lujo silencioso, aunque utilizando ropa asequible. También sucede en revistas de decoración, donde se dan consejos para imitar este estilo con sofás de terciopelo, fundas nórdicas o piezas deco de firmas low cost.

Evidentemente, esta copia no podría llamarse lujo silencioso. «La base del lujo silencioso es el dinero, comprar prendas de mucha calidad, alejadas de la ostentación a primera vista. Pero si hablamos de firmas de coste bajo que imitan esas prendas, la esencia del lujo silencioso se diluye», explica Genel Romero. Es una aspiración a parecerse al famoso al que admiras, tratando de parecerte a él aunque sea a través de cómo viste, o aspirar a ser visto dentro de un determinado status social.