San Jorge, San Valero, el día del Pilar, la Cincomarzada… Dentro de las grandes citas festivas que se celebran en Zaragoza faltan algunas fiestas que se celebraron durante siglos, bien porque se celebran con mucho menos boato y sin ser festivo, bien porque hayan desaparecido directamente.

En el primer caso, destaca el Corpus Cristhi, una celebración que aunque hoy se limita a una pequeña y sencilla procesión por la plaza de Pilar, siglos atrás se celebraba a lo grande siendo durante la Edad Media y la Edad Moderna la mayor festividad de cuantas se celebraban en la ciudad de Zaragoza. 

Para celebrarlo, había una gran procesión en la que participaban las autoridades de la ciudad, los gremios, los gigantes, carrozas y en la que había incluso entremeses y pequeñas obras teatrales. De hecho, Zaragoza fue una de las primeras ciudades de la Península en celebrar esta fiesta.

LA FIESTA DEL ÁNGEL CUSTUDIO

La otra gran celebración que ha desaparecido, esta sí por completo, es la del Ángel Custodio, patrono de la ciudad desde el siglo XV. Realmente, la veneración al Ángel Custodio estaba extendida por todos los territorios de la Corona de Aragón desde finales de la Edad Media.

En aquel momento histórico, cada uno de los reinos celebraba la fiesta del Ángel Custodio en una fecha diferente. En el caso de la capital del reino de Aragón se celebraba la fiesta el domingo siguiente a la octava fiesta de San Pedro y San Pablo, una fecha similar a la que se utilizaba en Valencia y que todavía sigue vigente en Teruel. Y así fue hasta que el Papa Clemente X unificó en 1672 todas las fiestas para centralizarlas el 2 de octubre.

La vinculación de las instituciones de la Corona de Aragón con el culto angélico se remonta a las obras de Francesc Eiximenis. Fue en el Llibre dels Sancts Angels donde el escritor franciscano confeccionó una jerarquía angélica en la que estos seres tomaban el papel de intermediarios entre Dios y la humanidad.

Presentado en 1392 a Pere d’Artés, consejero, camarlengo y maestre racional del rey Juan I de Aragón, causó un fuerte impacto en el ayuntamiento de Valencia, donde los jurados ordenaron pintar la sala del Consejo Secreto con cruces y ángeles defendiendo a la ciudad, según señala Marc Millan Rabasa en su estudio «El culto al Ángel Custodio y sus manifestaciones artísticas en Zaragoza durante los siglos XV y XVI». A lo largo del siglo XV se produjo su difusión por los diferentes territorios de la Corona del culto al ángel protector, en ciudades como Barcelona, Palma de Mallorca, Alcañiz, Teruel, Tauste, Jaca, Tarazona…

FESTIVO DESDE 1493

Zaragoza celebraba el Ángel Custodio a lo grande. No en vano, se recurría a él cada vez que la ciudad vivía pestes o situaciones de peligro. Su fiesta grande era muy popular en la capital del reino, desde que el concejo de Zaragoza instituyera la festividad en 1493 en la Seo de Zaragoza cuando ya era una de las festividades más importantes de la ciudad.

La Puerta del Ángel era la principal entrada a la ciudad

Un año antes, se inauguraba la nueva Puerta del Ángel, construida con motivo de la visita de los Reyes Católicos a la ciudad, y en la que se colocó una escultura del Ángel creada por Gil Morlanes ‘El Viejo’. Además, era titular de una capilla erigida en su honor en las Casas del Puente y mantenida por el Ayuntamiento de la capital del reino. El Ángel llegó a tener incluso una capilla presidiendo el Palacio de la Lonja, espacio privilegiado donde se realizan las transacciones comerciales de la capital.

Aún así, y pese a que la fiesta se declaró en 1493, el culto al Ángel Custodio es muy anterior. El uso de su bandera demuestra que en 1443 la imagen del Ángel Custodio ya se vinculaba al consistorio de la capital, señala Marc Millan Rabasa.

Para celebrarlo, como solía ser habitual en la época, se organizaba una gran procesión desde la Seo, con presencia de las autoridades de la ciudad y de los canónigos de la Seo, además del estandarte del Ángel pintado mano, y trompetas, tamborinos, tañedores de harpa y cantores. También había carrozas y pequeñas obras teatrales. La presencia de músicos se potenció desde 1506, año de creación de la cofradía del Ángel Custodio de músicos y cantores.

La primera procesión documentada se celebró un 20 de junio de 1450. Los jurados de la ciudad convocaron a hombres, mujeres y niños en las casas consistoriales y en la plaza de la Seo para participar en una comitiva con destino al convento del Carmen, «bajo pena de cinco sueldos a aquellos que no se presentaran. También se amonestaría a quienes no limpiasen la fachada de su casa si la procesión pasaba por delante».

Además, la capilla del Ángel era bellamente adornada, y se celebraban conciertos en las Casas del Puente (el ayuntamiento) y en el palacio de la Diputación. Actos y misas solemnes en la catedral, o en la capilla del Ángel situada en el Ayuntamiento completaban unos festejos que se mantuvieron hasta mediados del siglo XVIII.