El cine tiene algo de mágico… No hay como sentarse en la butaca, que se apaguen las luces, y evadirse a otros mundos. Gran parte de esa magia es responsabilidad de los actores y actrices que nos hacen reír, llorar, o que provocan que salgamos del cine con un nudo en la garganta. Y en Aragón tenemos destacados profesionales de este sector. En estos días, está de plena actualidad Luisa Gavasa.

¿Qué decir de ella? Luisa es de esas actrices que clavan sus papeles. Una mujer sincera, que transmite fuerza a través de su mirada, de esa sonrisa franca y de esa voz tan especial y con tanta personalidad. Recibió el Goya a la mejor actriz de reparto por La Novia, es hija predilecta de Zaragoza, y ahora, vive un momento dulce tras las nominaciones a los Goya o a los Premios Feroz. Hoy, dentro de esa vorágine en la que vive tras su nominación de ayer, y antes de salir hacia un rodaje en Alicante, la gran dama del cine aragonés ha hablado con nosotros.

Luisa Gavasa, muy buenos días, y en primer lugar, felicidades por la nominación. Sin duda, estás en un buen momento, estás nominada a los premios feroz, ahora llega nominación como mejor actriz de reparto a los Goya gracias a Charo…  «París 70» tiene decenas de premios… ¿Cómo te sientes?

Me siento eufórica, tengo una felicidad absoluta por la nominación a los Goya, a los Feroz… A los 72 años, no todos los papeles que llegan son tan bonitos. De hecho, no pensaba llegar tan lejos con este personaje, pensaba que no sería tan valorado, ha sido una gran sorpresa. Mi vida es un constante agradecimiento, porque soy una de las mujeres más afortunadas del mundo.

“El maestro que prometió el mar”, la película por la que ha sido nominada a los Goya, es una película sumamente bonita, y a la vez, es tan necesaria para hacernos reflexionar…

Me alegro que me hagas esa pregunta, porque si no, te habría sacado yo el tema. Esta película deberían proyectarla en los institutos, en las universidades… La gente joven tiene un desconocimiento absoluto de la Guerra Civil, o de cómo fue la posguerra, un periodo en el que se eliminó de forma sistemática a los maestros… El vencedor debería haber tratado con dignidad al vencedor, y fue justo lo contrario.

Y que todavía haya cuerpos de españoles en las cunetas, es indigno, es algo que va contra la propia dignidad de España, es una cuestión de humanidad, no es un tema de banderas, o de colores.

La película es un ejercicio de memoria. Habla de Antonio Benaiges, un maestro fiel a sus ideales, y nos muestra la importancia de la cultura y la educación, algo clave en cualquier sociedad, y que a veces parece que se nos olvida esto, no?

Así es, la cultura es clave. En un país como el nuestro, en el que lo más leído es un periódico deportivo, y el libro de Belén Esteban… Así luego la gente no tiene capacidad de análisis, se cree los bulos y pasa lo que pasa. Yo, como no me callo ni en entrevistas, ni en la televisión.. no puedo consentir que VOX deteriore lo que nos ha costado conquistar 60 años, acabando con la memoria histórica, o haciéndonos retroceder con la violencia de género.

Su personaje es un poco atípico para esa época. Es una mujer de la España interior, que sabe leer, tiene una relación muy especial con el maestro… ¿Cómo es este personaje, dentro de ese contexto histórico?

Así es. Charo es una mujer que se casa con un catalán, sabe leer, algo que en esa época no era lo normal, no tuvo hijos, y hace las veces de madre con el maestro. Lo protege, le avisa de los peligros porque sabe lo que se cuece en el pueblo… Antonio es un ser muy inocente que tan solo quiere formar a las criaturas a las que da clase. Y Charo es el personaje que le sirve al profesor para contar lo que quiere hacer. Se establece entre ellos una relación de amistad muy bonita.

Supongo que cuando alguien graba una película, siempre tiene miedo de cómo reaccionará el público ¿Cómo está siendo la reacción de la gente que está viendo película?

Pues mucha gente sale de la sala llorando, al acabar la película, se hace un silencio tremendo. Cuando la exhibimos en el festival de Valladolid, hubo cuatro minutos de ovación que fueron impresionantes. La gente me ha abrazado, ha llorado… y es normal, porque ha habido mucho silencio con respecto a este tema.

A la gente que no ha ido al cine para ver la película, ¿Qué les dirías para que fueran a verla?

Les diría que fueran a verla porque es un encuentro con la memoria, y con lo que sucedió en este país. Es un reconocimiento a todos esos maestros que querían educar a la gente, y que murieron por eso.

Sabemos que este personaje por el que opta al Goya es muy especial, pero de todos los personas que ha interpretado, ¿Cuál es al que le tiene más cariño?

Hay varios. En televisión, le tengo mucho cariño a Loreto Castillo, de «Amar en tiempos revueltos». Para ese papel me inspiré mucho en mi abuela materna. Luego, el personaje que interpreté en «La Novia», es el personaje de mi corazón… Aunque Charo le está cogiendo terreno. En cortos, me quedo con María, de «Una vida asegurada», y Ángela, de «París 70», un corto con el que he conseguido 14 premios a mejor actriz

Cambiando de tercio, Aragón parece que viven una época dorada en el mundo del cine ¿Cómo ve al sector del cine en nuestra Comunidad?

Aragón es tierra de cine. Algunos de los más grandes directores del cine español son aragoneses, y ahora tenemos a nombres como Nacho Lasierra, Nacho García Velilla, Paula Ortiz, Pilar Palomero, Pablo Argües, Miguel Ángel Lamata… Luego voy a mucho a festivales, y en Aragón hay gente muy joven que está empezando y están haciendo cortos muy interesantes. A nivel actores, también tenemos actores que forman parte del panorama español, como Jorge Usón… Y no podemos olvidarnos de Laura Gómez-Lacueva, se fue una de las grandes, una pérdida irreparable tanto a nivel profesional como actriz, como por su calidad humana.

Ya para acabar, ¿Cuáles son los rincones más cinematográficos de Zaragoza? ¿O alguno que todavía no haya sido utilizado, y donde querría grabar alguna escena?

Me gusta mucho el Puente de Piedra. Yo nací en la ribera, junto a la pasarela que cruzaba el Ebro, y la verdad es que me gustaría grabar en el Puente de Piedra una escena de amor.