Borja siempre había sido famosa por sus vinos y por estar situada en un paraje a los pies del Moncayo, que la hacía ideal para hacer escapadas y conocer la zona. Pero desde que Cecilia Giménez ‘restauró’ el Ecce Homo situado en el Santuario de la Virgen de la Misericordia, todo quedó eclipsado ante esta obra que dio la vuelta al mundo y que posicionó a este localidad zaragozana como destino turístico mundial.

De hecho, unas 300.000 personas de 110 países diferentes han visitado el Ecce Home desde que fuera ‘restaurado’; una cifra impensable si la restauración no se hubiera viralizado y hubiera aparecido en medios de comunicación de todo el planeta, como el New York Times.

El Ecce Homo apareció en medios de comunicación de todo el mundo

Pero más allá del Ecce Homo, en Borja hay mucho que ver. Y para demostrarlo, nada mejor que callejear y perderse por su casco urbano, declarado Conjunto Histórico-Artístico y repleto de casonas, palacios renacentistas, conventos y templos, entre los que destaca la Colegiata de Santa María.

Esta colegiata, creada en el siglo XII, ha marcado la vida de la villa, dominando el casco con sus dos campanarios, la torre del Reloj, y la torre de las Campanas. Y en la estructura podemos ver el paso de los distintos estilos que se han ido sucediendo a lo largo de la historia del edificio, desde el románico y el gótico al mudéjar, el renacentista o el barroco. En su interior, una nave única rodeada de capillas esconde joyas como la capilla de la Virgen de la Peana, por la que hay mucha devoción en Borja, y el Retablo Mayor.

El museo de arte religioso de la Colegiata ocupa el espacio del antiguo hospital anexo a la Colegiata, y allí podremos contemplar una colección de pinturas góticas, esculturas policromadas o antiguos instrumentos musicales.

Siguiendo con los edificios religiosos, no podemos dejar de visitar el convento de la Concepción. Este edificio, quizás el monumento barroco más bello de la ciudad, tiene una impresionante portada llena de curvas y un claustro que nos traslada a siglos pasados. Entre las mujeres que vivieron entre los muros de este convento, destaca la mística sor María de Jesús de Ágreda. También puedes acercarte hasta la antigua iglesia de San Pedro Mártir de Verona (con un precioso retablo barroco).

El ayuntamiento de Borja es un ejemplo de la arquitectura civil aragonesa / Turismo de Borja

Si buscas ejemplos de arquitectura civil aragonesa, nada mejor que detener nuestra mirada en el ayuntamiento de la ciudad, construido en 1534 por el maestro de obras borjano Antón de Veoxa, destaca por su fachada de ladrillo y su característica galería de arquillos. En la planta noble del ayuntamiento puede visitarse el Salón de Reyes, donde hay una interesante galería de retratos de monarcas de la Casa de Aragón.

También puedes recorrer el Palacio de los Vera, más conocido como el Palacio de las Conchas. O el Palacio de los Lázaro, o la Casa Aguilar. La Puerta Real de San Francisco, la puerta de Zaragoza, o la plaza del Mercado, donde destacan sus soportales y dos edificios: el Palacio de los Ángulo, del siglo XVI, y el Torreón de los Borja, donde hay exposiciones de arte contemporáneo.

Tampoco hay que perderse el Museo Baltasar González, situado en un edificio que es el más antiguo de de arquitectura civil existente en Borja, construido a principios del siglo XV y dentro de la tipología del mudéjar primitivo, del que apenas quedan ejemplos en Aragón.

A 5 kilómetros de Borja se levanta el Santuario de la Misericordia. El santuario está compuesto por varios edificios, como el patio de acceso construido en el siglo XVI, con sus columnas toscanas, la escalera barroca, o la iglesia, con su presbiterio pentagonal, cubierto con bóveda de crucería estrellada con claves con rosetas. Y en el interior del templo no puedes dejar de contemplar el Ecce Homo que ha dado a Borja fama mundial. En el exterior, podrás disfrutar de una amplia visión de las tierras que circundan la ciudad, con el Moncayo siempre vigilante y orgulloso al fondo.

BORJA, CAPITAL DE UNA COMARCA VITIVINÍCOLA

Borja es, además, la capital de una comarca a la sombra del Moncayo en la que los viñedos son omnipresentes, en la que se elaboran los vinos de la Denominación de Origen del Campo de Borja. En la D. O. Campo de Borja se elaboran vinos blancos, rosados, tintos jóvenes, crianzas, reservas, grandes reservas y vinos de licor, aunque los reyes de la producción son los vinos tintos.

Para conocer más de esta denominación en la que la garnacha es protagonista, puedes visitar el museo de la D.O. en el cercano Monasterio de Veruela. También puedes visitar bodegas emblemáticas como Borsao, Bodegas Aragonesas (donde se elabora Fagus y Coto de Hayas). También puedes recorrer la Ruta de la Garnacha, una ruta que integra a bodegas, restaurantes, empresas de aventura, enotecas, museos, centros de interpretación, etc…, dando múltiples opciones para descubrir la comarca a través de la cultura del vino.