Los costes de la edificación, dotar de nuevas tecnologías los procesos constructivos y ofrecer viviendas de calidad por precios que los ciudadanos puedan pagar. Los retos del sector son muchos y, con el fin de alcanzarlos, la Cámara de Comercio de Zaragoza ha impulsado la constitución de un clúster a nivel autonómico que aúne a las empresas.

Ya lo adelantó HOY ARAGÓN el mes pasado, y ahora se hace oficial con la jornada organizada en el Colegio de Arquitectos en la que quedó claro que es clave la insdustrialización del sector para que el sector avance hacia una viabilidad tanto para las compañías como para los clientes. Actualmente, el sector da empleo a 17.000 personas y general 1.000 millones de euros de facturación anual.

Pero no solo las empresas, el clúster aunará arquitecos, instaladores, universidades, empresas públicas… «La construcción en su conjunto necesita crear caminos diferentes porque los que hemos seguido hasta ahora vienen del siglo XX y se han quedado desfasados», apuntaba en la jornada el presidente de la Confederación de Empresarios de la Construcción de Aragón, Juan Carlos Bandrés.

UN MAYOR PESO ESPECÍFICO

Una de las razones para la existencia de este clúster es el apoyo con el que cuentan este tipo de organizaciones por parte de Europa, obteniendo un peso específico superior al que pueden obtener las asociaciones de empresas tradicionales. Según la normativa europea, la constitución de un clúster solo es posible si el sector alcanza el 1% del PIB de la región que representa.

En el caso de Aragón, la construcción supone más de un 3,5% del Producto Interior Bruto, lo que habla de su viabilidad. El clúster se sumará a los ya existentes en Aragón, que han dado buenos resultados, tales como el de la Automoción (CAAR), el de Logística (ALIA) o el de la Energía (CLENAR).

Y todo pasa por la industralización. Sin ella, no es viable construir inmuebles asequibles para los ciudadanos y con todas las garantías que el mercado demanda actualmente, donde sobresale la eficiencia energética. Asimismo, es clave la colaboración público – privada, algo que facilita la creación del clúster, un interlocutor válido y con peso específico para que el sector hable con una misma voz.

«Tenemos que hacer una transformación total del sector para sacar productos que la gente pueda paga, dado que el problema principal es que la gente no puede pagar nuestros productos y las empresas del sector no ganan dinero», explicaba de forma gráfica Bandrés.