Desde la desembocadura del Miño hasta la del Guadiana, la Raya se extiende como la frontera más antigua y extensa de la Unión Europea, aunque en la vida cotidiana es un espacio de límites confusos. La Raya no es un muro, sino un lugar de experiencias y contactos, donde la mezcla de español y portugués crea un entorno cultural único.

¿QUÉ ES LA LA RAYA?

El viajero que cruza la Raya entre la zamorana Toro y la portuguesa Bragança descubre un territorio apasionante lleno de sorpresas. Toro, a pesar de estar a cierta distancia de la frontera, guarda vínculos históricos con Portugal y es una ciudad consagrada al vino, con más de 300 bodegas subterráneas.

Siguiendo hacia Miranda do Douro, el Duero serpentea la Raya entre cañones espectaculares, ofreciendo vistas impresionantes del Parque Natural do Douro Internacional. En Vimioso, el Parque Ibérico de Naturaleza y Aventura alberga al burro mirandés, una especie en peligro de extinción. La aldea de Podence mantiene viva la tradición del Entrudo Chocalheiro, una fiesta de carnaval reconocida como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.

En la dirección opuesta de la Raya, hacia Bragança, se encuentra Domus municipalis, un edificio románico único. La pequeña aldea transnacional Rio de Onor, en pleno Parque Natural de Montesinho, donde las personas viven en armonía desde hace siglos.

FERMOSELLE

Fermoselle, conocido como «el pueblo de las mil bodegas», ofrece una experiencia única al explorar sus bodegas subterráneas. En este pintoresco pueblo zamorano, el Duero se niega a despedirse de España, brindando a los visitantes un paisaje cautivador.

La Raya, más que una línea en el mapa, es un testimonio vivo de la diversidad y la riqueza compartida en el corazón de Europa.