Maldivas es uno de los destinos más populares del mundo pero también de los más caros. Una noche en un resort puede oscilar entre los 500 y los 1.000 euros. Si se opta por dormir en una villa sobre el agua, el precio todavía sube más. Por suerte para quienes sueñen con pasar unos días en un paraíso como Maldivas pero no se lo puedan permitir, hay una alternativa que no tiene nada que envidiarle. Además está más cerca de España.

Se trata de Cabo Verde, destino que para muchos es ya la nueva joya de los resorts paradisíacos. Este conjunto de islas se asienta sobre las aguas cercanas a Senegal. Abrazado por el océano Atlántico, este archipiélago destaca por sus paisajes de película.

Desde 1975, cuando se proclamó su independencia de Portugal, Cabo Verde es un país independiente dentro del continente africano. Pese a lo queda parecer, en estas islas el precio del alojamiento, del transporte y de la gastronomía no es tan prohibitivo como en otros destinos como Maldivas.

Aquellos que busquen destinos para su luna de miel o para unas vacaciones de ensueño pero no puedan permitirse ir a Maldivas encontrarán en Cabo Verde la alternativa perfecta. Además de ser como Maldivas pero más barato, también está más cerca de España.

POR QUÉ ES COMO MALVIDAS PERO EN BARATO

Una de las primeras paradas imprescindibles si se viaja a Cabo Verde es visitar Praia. Esta la capital del país y su origen data de principios del siglo XVII. Su población es de alrededor de 130.000 habitantes y alberga monumentos de visita obligada. Entre ellos, destacan el Palacio Presidencial, el Antiguo Ayuntamiento, la Iglesia de Nuestra Señora de Gracia, el Museo Etnográfico y la capilla de San Antonio.

Otro de los lugares de parada obligatoria en Cabo Verde es Ciudad Vieja, está situada a unos 15 kilómetros de Praia. Como se puede intuir con su nombre, es la ciudad más antigua del país, donde se instaló la primera colonia europea que llegó a la isla. Los portugueses la catalogaron como una de las Siete Maravillas del Mundo.

En Cabo Verde también hay desiertos, como el de Viana, en la isla de Boa Vista, que no tiene nada que envidiar al Sáhara, pero en medio del océano. Entre sus extensas dunas de arena blanca aparecen rocas volcánicas, palmeras y arbustos, dando como resultado un paisaje de contrastes que sorprenden.

Los amantes de las montañas también encontrarán su atractivo en Cabo Verde. Destaca el Pico del Fuego, un volcán de 3.000 metros de altitud. Es la cumbre más alta del archipiélago y ha experimentado cerca de 30 erupciones desde el siglo XV. Aunque todavía sigue activo, los lugareños cultiva café en sus laderas.

Quienes viajen con ganas de pasar unos días tranquilos junto al mar, Cabo Verde no les decepcionará. Como destino de playa, la Isla de Sal ofrece es la más atractiva, por su variedad y cantidad de playas. La de Santa María es conocida por su ambiente festivo aunque al mismo tiempo es perfecta también para relajarse y para practicar deportes acuáticos.

Por otro lado, la playa de Ponta Preta, en esta misma isla tiene un ambiente más tranquilo y vistas paradisiacas, muy parecidas a las que se obtienen en Maldivas.